domingo, 6 de diciembre de 2015

Nick Drake, viviendo de aire sólido

El gran maestro del aforismo Emil Cioran  escribió una vez “todo lo que no es arrebatador es superfluo. Al menos en la música “. Y esa es la razón por la cual emerge este artículo al escuchar por primera vez Nick Drake.
Para empezar, qué difícil es comenzar por cierto, definiremos su música en rasgos muy  generales: sería una mezcla de folk, rock suave, blues y jazz con el añadido de un conjunto de cuerda. El contenido se intentará desgranar más adelante pero en un atrevido resumen diríamos que no hay una palabra de política en su mensaje. Alcanza su muy particular “savia vital”. Digna de categorizarse como Weltschmerz,  vocablo teutónico acuñado por Jean Paul 1763-1825,  usado principalmente para expresar la sensación que una persona experimenta al entender que el mundo físico real nunca podrá equipararse al mundo deseado como uno lo imagina.
Drake crea una permanente poesía emotiva y oscura. Oscura no en un sentido peyorativo, sino cercano al misterio. Mi misión es intentar sintetizar la evolución de su poesía musical  en modo de investigación creativa sobre lo que Drake intentaba proyectar al mundo, o mejor dicho, lo que necesita expulsar de si mismo.
A pesar de utilizar estrofas cortas y aparentemente con lenguaje sencillo, en su mayoría con una duración no superior a 3 minutos por canción, paradójicamente tanto su métrica como prosa no es nada ergonómica para una mente resolutiva, porque se intuye mucha capilaridad en cada verso.
Sin embargo aún es más cautivadora la conjunción del contenido junto a su voz y tono de sus canciones. Son canciones que anhelabas sin saberlo. Menester que sólo crean muy pocos artistas, duendes mágicos que son capaces de tocarte esa tecla interna.
El artículo en su gestación iba a ser corto y preciso, sin embargo y dado que hay tanto fondo el rumbo final me ha obligado a extenderlo a raíz de las investigaciones que he encontrado de Gorm Henrik Rasmussen, que recopiló personalmente los testimonios de sus más allegados: sus padres, su hermana, amigos cercanos de la época de la universidad, su arreglista Robert Kirby y finalmente de su productor y camarada musical  Joe Boyd, con quien compartió intensas horas en la producción y edición de sus 3 discos.
Por lo tanto, en este artículo desgranaremos la vida de Nick Drake y su prematuro final con apenas 26 años de edad, y con solamente 3 álbumes publicados en su haber, sumando un total de 31 canciones publicadas y otras descartadas que años después vieron la luz.
Personalmente su obra me resulta hipnótica y espero poder trasladarlo en este escrito con todo el cariño del mundo.

Background familiar
Nick nació en Birmania en 1945, hijo de colonos de clase media alta. El padre era ingeniero y la madre componía sus propias canciones siendo a la vez ama de casa. Tenía una hermana mayor que se convirtió en actriz. Una familia que se amaba y respetaba.
A sus 4 años se mudaron a Inglaterra. Fue un estudiante muy bueno, socialmente aceptado aunque sus profesores únicamente resaltaban un matiz: “nadie lo conocía mucho”. En la época juvenil estudió filología inglesa en la universidad de Cambridge entre 1967-69.
Un universitario amigo suyo informó que mientras todos hacían campanas y fumaban hierba, Nick exclusivamente tocaba la guitarra utilizando básicamente tonos folk y blues. Decían que su sonido era limpio y preciso. Horas y horas repitiendo los mismos “riffs”.
En 1969 se trasladó a Londres compartiendo piso con su hermana. Un día cualquiera sorpresivamente, ya que era un tipo de pocas palabras, le enseñó su primer álbum ya editado titulado Fives Leaves Left. Un año más tarde publicó Bryter Layter.  Y en 1972 salió Pink Moon,  su tercer y último álbum publicado. En Noviembre del 1974 murió de una ingesta de antidepresivos.
En este escrito vamos a intentar entender estos 5 años a través de su música y testimonios más cercanos.
Hablando sobre cómo era trabajar con él grabando y su aptitudes musicales con la guitarra en esos 3 discos, su productor Joe Boyd dijo: “trabajar con Nick era perfecto, su guitarra la tocaba con maestría y su voz era ideal, la única preocupación venía por los demás…la presencia de su guitarra era suficiente: fuerte, equilibrada y limpia. Es muy difícil que un punteo complicado suene tan claro y fuerte, y además sobre todas las notas. La grabación giraba básicamente sobre su guitarra”
Nadie ha podido imitar a Nick porque es demasiado difícil. Los mejores guitarristas podrían pasar perfectamente dos días devanándose los sesos para deducir cómo ha afinado la guitarra y encima la afina de manera distinta en cada canción. Técnicamente dicen que el método de afinar una cuerda aguda un tono o dos por debajo de una cuerda grave y viceversa, es el secreto escondido tras las melodías de guitarra de Nick. Digamos que parece que tenga 12 dedos en vez de 10 escuchando su punteado de guitarra.
Sus 3 álbumes editados son obras maestras actualmente reconocidas únicamente a partir, sobretodo, de la década de los 90 y expandida con la aparición de Internet. Este artículo tiene también el deseo de saciar mi curiosidad ante esta historia de un genio que se apagó demasiado pronto.




Fives Leaves Left 1969
Era muy minucioso con todo lo que fue su álbum de su estreno, y también en todos los siguientes como el título, portada, fotografías, canciones, orden canciones, arreglos,  descartes, etc. Debe subrayarse que el diseño gráfico en sus 3 vinilos posee una alta calidad artística también. Doy fe ya que los tengo en casa. 
Primeramente me gustaría destacar de dónde emerge el título del álbum. Con ya todo el material finalizado el disco se iba llamar como su última canción Sunday Sun. Pero,  según él,  no encajaba con el conjunto. Era sólo una parte del todo y no estaba nada convencido pero no tenía nada mejor en esos momentos, cuando debía decidir por el título en pocos días para su lanzamiento.
Unas pocas noches después en su habitación, fumando su habitual tabaco de liar apreció por enésima vez dentro del librito de papel de fumar ese pre-aviso donde te indicaba que quedaban sólo 5 papeles. Bingo. Los más agoreros vieron un presagio también tras su desaparición: pasaron justamente 5 años hasta su muerte.
En la fotografía de contra portada aparece de cuerpo entero, apoyado con indiferencia en la pared y, por favor, con el mundo al alcance de la mano. Es una imagen muy reveladora de su estado anímico por aquel entonces y de la historia que escondía detrás: tenemos pues ante nosotros a un universitario que ha conseguido un contrato discográfico y que acaba de terminar una obra de arte sublime. Cree en su proyecto y cree en el futuro.

El primer tema Time Has Told Me es uno de mis preferidos sin ninguna duda, suena a blues con compás de vals. Habla principalmente del amor. Son 4 minutos donde yuxtapone emociones complejas a imágines de fuerza poética y mística, consigue alcanzar un lugar donde el amor transciende, un lugar donde el amor se convierte en un camino hacia la liberación personal, veamos:
Time has told me / El tiempo me ha dicho
You’re a rare, rare find / Eres un extraño hallazgo
A troubled cure / Una conflictiva cura
For a troubled mind / para una mente atribulada

Suena esperanzada su autoproclamada mente “atribulada”, como si pusiera toda la confianza en la fórmula que se repite en el estribillo:
For someday our Ocean / Algún día nuestro océano
Will find it’s shore / alcanzará su orilla

Si por mí fuera copiaría la letra entera pero os dejo deberes.
Con el tema River Man cambiamos de tercio. En esa época se instaló en una habitación junto a un río, de allí nace parte del título de la canción.
Betty came by on her way / Betty ha pasado a saludar
Said she had a word to say / Ha dicho que tenía algo que contar
About things today / sobre el momento actual
And fallen leaves / y las hojas caídas

Betty said she prayed today / Betty dice haber rezado esta mañana 
For the sky to blow away / rogando que el cielo estallara 
Or maybe stay / o quizá que se quedara
She wasn’t sure / No lo podía asegurar

Nos habla del estado del mundo, de su proceso natural, su giratoria. Una metáfora hacia las esperanzas, plegarias y dudas del ser humano más pensante. Como siempre sucede inexorablemente el tiempo pasa y, de repente, las hojas caen y es otoño. El hombre del río sabe todo esto; él es el tiempo y a la vez está fuera; refleja la vida que pasa, las nubes, la lluvia, la gente, toda esta efímera obra de teatro de sombras; cambia de color con el entorno y, a la vez, permanece inmutable, como se enfatiza en la última frase de la canción:
Oh, how they come and go / Oh, cómo vienen y se van
Sería extrapolable a su vertiente más budista, mejor aún: taoísta. Una aproximación a River Man podría ser a través de Chuang Tzu, sabio chino nacido siglo IV a.c. Su versión del sueño  de la mariposa es algo distinta al original. El cantante soñó una vez que era un río, sin preocupaciones y sin pensar en otra cosa que ser un río. Entonces, de repente, se despierta y se da cuenta que es Nick. De todas formas, ahora no sabe si es Nick. ¿Es ésta lectura un sueño? Quién sabe…
En “Fruit Tree” tiene digamos una presagio de lo que al final le sucedería como artista. Estremece a la persona que sabe su historia a posteriori. Nick afirma que el mundo está ciego ya que en algunas ocasiones grandes artistas mueren antes de lo debido, pobres y sin que le reconozcan por lo que son, ejemplos varios encontramos  con William Blake, Edgar Allan Poe, Franz Schubert, Van Gogh, Franz Kafka o John Kennedy Toole por mencionar sólo algunos a bote pronto. Y podría extrapolarse a personas no públicas con mucho potencial nunca proyectado y que perecerán sin apenas emitirlo.
They´ll all know / todos sabrán
That you were here when you are gone* / que estuviste aquí cuando te hayas ido

*Utiliza en el final de la frase un suspiro de resignación muy peculiar y difícil de adjetivarlo. Como si él, a sus 19 años, ya supiera que no viviría lo suficiente para llegar a su público y la difícil relación entre fama y arte. Toda la letra es muy premonitoria.
Sigamos pues con Three Hours, la cual la enlazaremos con Way to blue. Quizá el secreto de las canciones de Nick sea que están todas escritas “a tres horas del discurso” (three hours from speaking). En silencio absoluto. En un vacio extraordinario, incluso placentero.
Nick es fiel a un sueño de paisajes románticos de una época pasada e incluso se sumerge en los vericuetos de un inconsciente hacía una búsqueda de una identidad perdida para emerger solitariamente entre los violines de Way to blue y, sobretodo,  preguntarse sobre las múltiples formas de luz. Múltiples posibilidades para alcanzar lo que anhela.
Can you understand a light among the trees? / ¿Hay manera de que entiendas la luz que entre árboles ilumina?
Way to blue es una letra fuera de lo común, un cuento metafísico, una búsqueda al oráculo, una sabiduría precoz a su edad. Alega que allá fuera hay algo mejor, ¿me lo enseñas? Sé que no puedes porque yo seguiré intentándolo, sólo te digo que me ayudes o comprendas la búsqueda de ese camino azul, mi única salvación. Nick sabe que debe ser rescatado, ya sea por uno mismo u otro medio, pero que necesita ser “reguiado” simplemente. Intuyo mucha precocidad al  describir filosóficamente su mente como un timón a la deriva en busca del mar correcto, y más yugo si cabe, sabe pues en su foro interior de una manera heroica (que no mártir), que nadie le podrá ayudar. Recordemos que tiene 19 años.
Un tema muy especial es The thoughts of Mary Jane. Volvería a inundaros con las 3 estrofas de 7 versos cada una pero prefiero dejarlo como otro ejercicio si el lector acaba por sumergirse al mundo Drakiano. Es un tema donde se pregunta que debe pasar por la mente y el alma de Jane. Utiliza el nombre de Jane en general para referirse a la mujer amada. Está bien para cantar: dos consonantes débiles y una vocal larga con las que crear una frase musical.
Y finalmente escuchad y estudiar  “Saturday sun”, donde está TODO concentrado: el día se ha acabado, y lo que ha traído no es más que una repetición de los rituales de ayer: “and again and again”
Vamos que una vez hemos creado toda esta obra magnífica, este gran cuento mimetizado en un álbum musical, su propia fábula, no le sirve para mucho a fin de cuentas, no le sirve para encontrar el camino azul, las múltiples luces que existen siguen lejos. Otra vez y otra vez. Sin embargo le sirve como megáfono de su mundo interior. Su propio confesionario. Amén.
Podríamos resumir este álbum preguntándonos ¿Qué es un sueño exactamente? Sería la pregunta que uno está obligado a plantearse cuando escucha Five Leaves Left, las canciones  abordan la anatomía de un sueño. En cierto modo  es como despertarse en un lugar remoto, levantarse en una casa sin gente, paredes de madera, rebuscando por los cajones encuentras cartas con lazos de seda, viejos periódicos, algunas conchas de mar. Fuera, el viento suspira entre los pinos. Es como si ya hubieses estado, pero has olvidado cuándo y por qué.
Si nos referimos específicamente a su voz  uno podría opinar que Nick no canta, tararea fluctuando. Paradójicamente su voz nunca se rompe, nunca es estridente e incluso conserva, en pasajes muy sombríos, la característica de estar suspendida en el aire con total tranquilidad. Tampoco hay ningún indicio de agresividad o ironía, sino de franqueza. Incluso la clasificaría de dulce y elegante sensualidad, eso era en definitiva lo que su tono transmite.
Su creación es ya inmutable, y para el resto de los mortales Fives Left Leaves es nuestra Herencia.


Promoción
Una vez asimilada la profundidad del disco por sí misma, el artista y su productora, deben aplicarse para darle promoción. Y es donde empiezan los problemas para Nick. Su talón de Aquiles debido principalmente a su personalidad.
El disco sale a la venta en verano del 1969. Su productor Boyd estaba concluyendo el disco Liege and Lief de Fairport Convention y para promocionarlo alquiló el Royal Festival Hall en Londres. Nick salió delante de 3000 personas detrás de John y Beverly Martin nada menos. Y el público le aplaudió y todos pensaron que podía prepararse para una gira de promoción. Las expectativas eran altas.
Las ventas no fueron buenas con apenas 2000 ejemplares, tampoco hubo reproducciones en la radio ni la discográfica puso a la venta ningún single. Y la pregunta es si eso hubiera servido de algo. Era el momento de artistas como Creedence Clearwater Revival, The Rolling Stones, Dylan, Elvis o The Beatles por mencionar algunos.
Nick hace una gira por clubs y pubs de música folk por el centro de Inglaterra y la gente mostró demasiada indiferencia, hasta que uno del público se levantó y gritó: “¿no sabes ninguna canción que podamos cantar?” Pareció no afectarle pero todos creen que allí empezó su dolor de no tener tablas en el escenario, como si estuviera presagiando que el mundo del espectáculo no era para él. Lo gratificante sin embargo era el proceso creativo. Puede que Nick lo supiera de antemano o puede que si todo hubiera salido a la primera su carrera hubiera sido diferente. Por mi parte no lo creo. Era su destino como ya dijo en la canción Fruit tree
Su pequeña adicción a la marihuana crece ante esta situación fracaso. Nick no era un drogadicto dado a que no se relacionaba con la gente tampoco. Era como mucho un fumador ocasional que potenciaba su innata pasividad y timidez.
En los primeros seis meses del 1970 da más de 20 conciertos por inercia. Cuando sale en el concierto de más caché no tiene el mismo éxito que tuvo en su primer gran concierto ya mencionado. La audiencia se impacienta con tanta parsimonia, manosea torpemente para afinar su guitarra, cosa que hacía tras cada canción, y cuando la cejilla de su guitarra cae al suelo se queda un largo rato mirándose los zapatos. Después de tres conciertos de telonero de Sandy Deny, llama a Boyd y le dice “ya no aguanto más. Me voy a casa. Lo siento”
Tras unos días de descanso y reflexión vuelve a retomar la gira. Toca en mayo con su ídolo Graham Bond  y ese mismo mes le llaman para el Open Air Festival, un evento que atrae a miles de personas. El 23 de Junio le vemos junto al músico Ralph McTell y el mismo comentó en una entrevista “Nick cantó de maravilla esa noche, eso sí, muy encorvado y con la cabeza baja. Hacia la mitad de la actuación paró sin más, se levantó y salió del escenario”
Aquel sería el último concierto de Nick.
Princesa de la Arena
Este inicial fracaso en la promoción de su obra se sumaría al del plano sentimental, y puede que nos ayude a comprender un poco mejor parte de su estado y letras.
Nick era bastante enamoradizo y con mucho éxito entre las mujeres a pesar de su timidez. Durante esta época conoció a varias mujeres, algunas aventuras y otras derivaron en algo más profundo que luego se convirtieron en grandes amistades como Sophie Ryde,  Daisy Burlison-Rush o Linda Thompson.  Siempre mantuvo con ellas una relación misteriosa para sus amigos y familia. Nunca hablaba de cómo iban las cosas con ellas ni nada parecido. En algún caso sus padres la conocieron en su entierro.
Es como si a una edad temprana, Nick hubiera caído en un estado crónico de descontento amoroso. Por ejemplo en un tema que descartó durante la grabación de su primer álbum,  Rain´s the way you move now (la lluvia es ahora la forma como te mueves), la letra habla de una relación fallida. Con densas imágenes sabemos de un amor que no puede sobrellevar las rutinas diarias:
This was our season and we said it couldn´t end / esta era nuestra estación y dijimos que no acabaría
But my love left with the rain / pero mi amor se fue con la lluvia
Y siente que él se abandona a sí mismo debido a esa visión. Nick responde a ello construyendo un mundo particular, su defensa se centra en crear en sueños hermosas criaturas sobrenaturales que descenderán de los cielos y le liberaran de su soledad, de ese lastre. Llama Princesa de la Arena a uno de esos ángeles. E incluso la Princesa le falla en el momento decisivo como podemos observar en otra canción no editada en su álbum de debut Strange Meeting II:
she came to me and I saw in her eyes / se acercó a mí y vi en sus ojos
The heavy toll of thousand eyes / el severo peaje de un millar de ojos
she moved her mouth but here came no sound / movió los labios, pero no emitió ningún sonido
The message she brought can never be found / el mensaje que trajo por siempre desconocido
But I called her my princess of the sand/ Pero la llamaré mi princesa de la arena
Then I looked, she´d gone, of her presence / Y entonces miré, se había ido
there was no trace/ de su presencia no quedaba nada
where she went or came from / Adónde fue o de dónde vino
who can know / nadie lo va a saber
Or if she´ll ever return to help me know / o si algún día volverá para ayudarme a comprender
 Who she is, my princess of the sand / ¿Quién es ella, mi princesa de la arena?
Casi todas sus canciones de amor tratan pues, del abandono. A lo mejor en el fondo Nick desea ser abandonado, ese es el modo como utiliza el amor: es la tristeza, es un estado de ánimo, es el alimento de sus canciones, a través del cual crea su mundo único de belleza.  Entonces la poesía y las melodías son lo que le permiten comunicarse verdaderamente, el único canal válido de comunicación para él dentro de su particular Diluvio ante su amada, como bien nos indica en este pasaje:
If songs were lines in a conversation/ si las canciones fueran replicas de una conversación
 The situation would be fine/ la situación sería perfecta
Bryter Layter 1970
Como ya hicimos en el álbum anterior empezaremos para explicar el título escogido del segundo disco con un año solamente de diferencia del primero. Nick roba estas dos palabras de un parte meteorológico típico del clima londinense. Donde aventura un día cualquiera con la predicción de “brighter later” (más tarde esclarecerá o más tarde soleará), y toma este metáfora para su estado, es en definitiva un álbum sobre su propia meteorología. Entonces el Brighter Later se convierte en el críptico Bryter Layter sin titubeo alguno, y para mí, fue un gran acierto porque se intuye un término atemporal  esperanzador, casi infinito.
La portada ya nos indica otra percepción al de su opera prima. Sale un poco cabizbajo apoyado a su guitarra, su fiel compañera, y encerrado en una habitación clara sin los zapatos puestos, como señalando que no saldrá por el momento al exterior. Indica sedentarismo. Intromisión. Ya ni siente el mundo exterior como suyo, ni como mero observador perimetral.  No hay proyecto ni futuro. Sólo su música como media de comunicación al exterior.

Es un disco envuelto en una bruma mágica. Hay algo casi onírico en las canciones, donde percibimos más anhelo que realidad, a diferencia de su primer álbum.
En este disco nos encontramos con una notable colaboración de John Cale. EL mago galés, que mucho antes había abandonado la vanguardista Velvet Underground, participa en un par de canciones donde arquea su viola eléctrica y extrae un timbre doble de su instrumento. También toca la celesta y el órgano para profundizar el lado oscuro del álbum.
En Poor Boy  filosofa sobre lo que cuesta estar en el cuerpo que casualmente se llama Nick Drake. Ha dejado los sueños a un lado. Siente que está vacío, inerte o medio muerto. Deseaba poder haber sido cualquier otra cosa antes de ser Nick, como alega en One of These Things First, mientras de fondo el piano sube y baja despreocupadamente por la escala menor:
I could have been a signpost, could have been a clock / pude haber sido un poste, pude haber sido un reloj
As simple kettle, steady as a rock / tan simple como una tetera, sólido como un peñón
Sin embargo, no hay motivo para el pánico como bien indica el tono amable de la canción. El poeta se dice a si mismo que no está ahí, que su frágil “Yo” con el que estaba cargando se ha esfumado. Lo que queda se desvanece en un difuso “could have been” (podría haber sido)
I could be even here / podría estar incluso aquí
I would be, I should be so near / estaría, debería estar cerca de ti
Paradójicamente se le intuye muy cerca en medio de su ausencia siendo asombrosamente capaz de crear una gran intensidad en su conjunto. Es como decir que la puerta está abierta, puedes pasar, hay espacio de sobra únicamente dentro de la música, y el mensaje de la letra está escrito entre líneas. El cantante busca y no encuentra nada.  Y sin embargo, da con la manera de llegar aquí y ahora hasta ti a través del espacio y tiempo.
Vayamos pues a “Northern Sky” para confirmar lo dicho (por cierto 30 años después, ¿qué gracia no?, el tema es calificado por NME New Musical Express “la mejor canción del amor de los tiempos modernos”. No es mi menester aquí precisamente descalificar o dudar de NME.
Es mucho más que una canción de amor de tres acordes donde la pureza del piano golpea el carillón. Nos enfrentamos a un renacimiento místico, se mueve y es movido por fuerzas que provienen de un mundo más elevado, hacia otro plano. Ya ha aceptado solemnemente su soledad, su fracaso sentimental, sin embargo reclama felizmente que alguna presencia seguramente femenina le guie en momentos muy puntuales. Veamos de cerca su renacimiento, en negrita lo más destacado:
I never felt magic crazy as this / Nunca me sentí tan loco de alegría como ahora
But now you´re here Brighten my nothern sky / pero ahora que estás aquí,  mi cielo del norte se ilumina.
I´ve been a long time that I ´m waiting / llevo bastante tiempo esperando
Been a long that I´m blown / llevo bastante tiempo consumido
I´ve been a long time that I´ve wandered through the people I have known / dando tumbos por entre la gente que he conocido.
Oh, if you would and you could / Oh, si puedes y quieres,
Straighten my new mind´eye / mi renovada imaginación encaminas
Oh, if you would and you could / Oh, si puedes y quieres,
Come blow your horn on high/ haz sonar tu cuerno en la colina..
Joe Boyd está totalmente convencido de que Bryter Laytrer será el gran éxito de Nick. Lo califica de obra maestra. Pero sigue sin acumular ventas. Las revistas especializadas no se toman ninguna molestia por alguien que no hace nada para promocionarse y además están ocupadas escribiendo sobre Johnny Cash y Frank Sinatra. No puedo retenerme en comentar que Cash es uno de mis top favoritos, es un arrebato de voz. Próximo candidato a trabajar un artículo en el blog.
Nick está exhausto, después de tanto esfuerzo con dos obras maestras necesita un descanso para pensar en lo que está ocurriendo en su carrera musical y en su mundo mental.
En ese invierno permanece anclado en su piso de Haverstock Hill. E incluso le cortan el gas por no pagar las facturas.  Soy un grande que no sabe exponer su obra, lo sé, y encima paso frio como un oso polar, debió pensar.
La caída
Y sucede un hecho que afectaría negativamente a Nick, Boyd se traslada a USA para trabajar como director musical de la reconocida Warner Bros. Para Nick, su marcha es una seria conmoción. De repente, su mentor y productor se ha ido cuando más lo necesitaba. Eran íntimos a pesar de sus discrepancias habituales entre compositor y productor. Le tranquiliza ante su éxodo laboral  y le asegura que podrá pagar el gas y  que puede seguir con la discográfica Island Record. No hacía falta una carta de recomendación al  nuevo manager  de la discográfica, ya que también considera que Nick es el mejor guitarrista acústico de Inglaterra y le encantan los dos álbumes.
¿Por qué no se venden sus discos? ¿Será por la misma razón por la cual no ha podido encontrar la princesa de la arena?
Nick se recluye una vez más. Y sobrevive con 15 libras que la discográfica le envía semanalmente como reconocimiento tácito de su talento. Sigue sin recibir un penique de derechos de autor.
Después de Bryter Layter todo fue rápido cuesta abajo para Nick. Su amigo poeta y músico folk Paul Wheeer dijo “recuerdo que una vez me dijo que se sentía como un principiante de la depresión”. Nick no había imaginado nunca que pudiera verse en una situación desesperada. Estaba afectadísimo. Todo se le escapa de las manos. Perdía el control de su vida.  Tenía en definitiva una depresión que estaba acampando ya a sus anchas. Hoy en día el concepto de la enfermedad está muy asumido en la sociedad, pero no en la  Inglaterra del 71 ni tampoco en otros lares.
Su arreglista Robert Kirby comentó: “lo curioso que Bryter Layter es un álbum bastante alegre. No hay duda que Nick compuso esas canciones en un periodo de crisis… yo vivía cerca. Nick venía un par de veces a la semana a visitarme, se sentaba en un rincón y miraba al vacio. No comía. Iba desaliñado con ropa sucia. Su habitación era horrible, parecía una tumba. Un día sacó la guitarra y me tocó una canción. Yo escuché, sin saber que era lo último que tocaría para mí. Lo curioso es que años antes yo había grabado esa misma canción mientras Nick la componía. Esa canción la descartó para su primer álbum. Tampoco apareció en el segundo. Ese tema era Things Behind the Sun que anduvo en cajones mágicos, llenos de vida.
Pink Moon 1972
Sin Boyd llama a John Wood, ingeniero de sonido y suelta escuetamente “te necesito. Tengo nuevas canciones”. Sería un álbum corto y de una intensidad inusual.
En dos noches grabaría 11 temas en sólo 28 minutos. Únicamente la dolorosa voz intensa de Nick y su fuerza en la guitarra. Quiso mostrarse esencial y desnudo. Huyendo de la ornamentación de su anterior álbum, que tal vez adolecía de más de un arreglo superfluo.
En este álbum se encuentran todas las voces del hombre desamparado. Desde la del que vislumbra un destino final con la llegada de la luna rosa en Pink Moon hasta la del que se eleva hacia el cielo con alegría en las noches de verano infinitas en From the morning. O también la del hombre  que suplica por un lugar donde estar, sólo un sitio para alguien que se siente más débil que el más pálido de los azules, siendo nada más que un parásito en su ciudad…Y sin embargo, todos los temas resultan tan poderosos porque son un último reducto desde el que enfrentarse a ese desamparo ya crónico. Esta vez sí, en este último disco, fueron autenticas plegarias.
No sobra un solo verso, una sola palabra. Drake, una de cuyas virtudes era la economía lírica, sabía bien que todo debe ser arrebatador.
En dos minutos de canción escuchamos solamente estas 5 frases en el tema central Pink Moon
I saw it written and I saw it to stay / lo he visto escrito, lo he oído
Pink moon is on its way / la luna rosa está en camino
And none of you stand so tall / ninguno de vosotros está a la altura
pink moon gonna get you all / la luna os atrapará sin duda
 it´s pink, pink, pink, pink, pink, moon/ es una luna rosa, rosa, rosa, rosa, rosa.
Nick ve la escritura en el agua, donde el reflejo señala que la luna está en camino. Es pues el sonido de la Luna que acecha. No hay nada que captar. Únicamente se advierte que la Luna se acerca con su luz blanca. Y su silbido es casi inaudible.
Las canciones de este álbum tienen una estructura compleja, y a la vez tan sencilla como un “haiku”. El Haiku es un tipo de poesía japonesa. Consiste en un poema breve de diecisiete moras. La poética del Haiku generalmente se basa en el asombro y la emoción (aware) que produce en el poeta la contemplación de la naturaleza. []La esencia del Haiku es "cortar" (kiru) mediante la yuxtaposición de dos ideas o imágenes separadas por un kireji, que es el término cortante o separador. Tradicionalmente, un Haiku debe contener también una referencia directa o indirecta a la estación del año.
A pesar de la fragilidad y el dolor que exhibe Nick, están lejos de ser inequívocamente oscuras. Hay cierta calma resignada en Pink Moon, propia de quien ha ajustado cuentas y está dispuesto a afrontar las consecuencias de una importante decisión. Muy al estilo Boeccio.
Ya no tiene esperanza en el amor, pero si en la vida posiblemente o en algo que él sólo sabía. Varias canciones parecen escritas para las amadas que fracasaron en su pasado (en esa época ya no se le intuye relaciones, sino amistades de sus relaciones anteriores). El mundo le ha fallado o él se ha fallado, o incluso ambas. Está por fin asumido. Y con gran entusiasmo os copia frases en la canción Place to Be, para mí el clímax del álbum y el cénit de su estado personal:
And I was green, greener than the hill / Y estaba verde, más verde que las colinas
Where flowers grew and the sun shone still / donde las flores crecían y el sol todavía lucía
Now I am darker than deepest sea / ahora soy más oscuro que el profundo mar
Just hand me down, give me a place to be / tan solo déjame, dame un lugar donde estar
Now I´m weaker than the palest blue / ahora soy mas débil que el mas pálido azul
Oh, so weak in this need of you / oh, tan débil en este deseo por ti
Nick transforma su pérdida de amor en belleza, como ya hicieron los maestros Lorca y Cohen. Se aferra pues a la poesía, a la metafísica, como medio de percibir la realidad, y rechaza rendirse al silencio. Realiza una obra de duelo en toda regla.
A Nick le encanta la palabra “rain” (lluvia) con doble connotación metafórica:
a)      Simboliza la exclusión de la comunidad (la persona que está fuera bajo la lluvia)
b)      Simboliza una catarsis.
Puede aplicarse a todas sus primeras composiciones y sobre todo a la canción clave: “River Man”
For when she thought of summer rain / y cuando he pensado en la lluvia de verano
Calling for her mind again / que su mente había reclamado
She lost the pain / su dolor ha cesado

And stayed for more / y se ha quedado por más
El artista es capaz de trascender emociones dolorosas como la pena y la melancolía latente que su estado ya sufría crónicamente. Esto hace que el álbum no resulte deprimente. Termina pues, declarando su amor al ritmo del día y la noche, al círculo de la naturaleza omnipresente, a la propia vida, en la canción From the Morning declara:
And now we rise / Y ahora nos alzamos
And we are everywhere/ y estamos por todas partes
Cobra unas 500 libras por su trabajo en Pink Moon , estamos en Noviembre del 1971. Necesita recuperarse después de un periodo de violentos cambios de humor y noches sin dormir. Y en una decisión extrema volvió a casa de sus padres, se trasladó pues con 3 diamantes publicados al feudo familiar otra vez. A su habitación de la infancia. El sentimiento era de fracaso. Y encima con la depresión en sus cotas más altas y con la sensación de descontrol de la misma.
Estos 5 años creativos de Nick depararon canciones surgidas de la voz de un hombre que no consigue encontrar acomodo en sitio alguno, que son un grito susurrado, el de alguien que clama por una segunda cara, el de alguien que antes de sucumbir, quiere ahuyentar a un perro de ojos negros  que le mira fijamente como en el blues desgarrador llamado Black eyed dog.  Percibimos una voz frágil y que sin embargo consigue perturbarnos hasta el desasosiego.
En casa de sus padres
Sus padres contaron “pensábamos que éramos los únicos con los que no quería hablar. Nos dimos cuenta que no tenía tampoco contacto con sus más íntimos amigos. Un fin de semana invitamos a John Martyn dado que era energético y extrovertido, así podría intentar animar a Nick. Y normalmente, muy a nuestro pesar, Nick se acostaba pronto en esos encuentros. Nos quedábamos pues los 3 charlando hasta mucho más tarde y John nos dijo una frase que nunca olvidaré  “siempre que dejas a Nick, tienes la sensación de que le estás defraudando”
Sus padres lograron finalmente, tras mucha insistencia, ingresarlo en el hospital St. Thomas de Londres para vencer a su depresión. Estuvo un mes en la sala de psiquiatría. Su madre dijo que aquello nunca acabó de funcionar. Y concluyó con esta frase en una entrevista “y al final ¿qué saben los psiquiatras de la mente humana?”
Nick abandona el hospital con una receta de 3 medicamentos: un antidepresivo, un antipsicótico y otro para las convulsiones. Se trata de la química de su cerebro, le ha dicho el doctor. De regular equilibrios. Le diagnostican depresión endógena, la cual viene de dentro y que no se origina en ninguna circunstancia externa, antes llamada melancolía.
“Tuvimos que convencerle para que se medicara -dice su padre Rodney-. Los antidepresivos le ayudaron. Estaba mejor, pero él odiaba el medicamento”
Pink Moon sale a la venta el 25 de Febrero de 1972. Melody Maker publica una de las pocas críticas.  Le tira en cara que no suba a un escenario y finaliza alegando que Nick no existe en absoluto. Cosa que ahora sabemos que es verdad. Y es cuando pasa su crisis más profunda. No come, no se cambia de ropa, no escucha música. Es una sombra en una habituación oscura: la guitarra en la funda y las cortinas echadas.
El periodo más largo sin tratamiento fue de seis meses, recuerda su madre. Nick le dijo a su madre: “pienso pasar esto a mi manera. El problema es que he fracasado en todo lo que hecho. ¿Cómo puede un médico de Londres compensarlo?” 
Un día Nick comenta a su padre, ya en un impulso desesperado, que quiere ser una persona mundana con un trabajo corriente y  le pide ayuda para encontrar un trabajo corriente de 8 horas. Cuando se lo consigue en tiempo récord, evidentemente en su primer día, desaparece por la puerta de atrás a las pocas horas de empezar.
Se siente atrapado, obligado a escoger entre dos males. Con las medicinas contiene la depresión pero a la vez lo aletarga. No puede componer canciones cuando está medicado. Vuelve a tirar las pastillas y con ello la depresión cada vez golpea más fuerte. Así pasan los días y los meses, así desaparecen como hojas en un calendario. Todas las páginas están en blanco cual presidiario en Alcatraz.
Sin embargo, en marzo de 1974 Nick asegura que tiene nuevo material. Como no funcionan las letras debido a su estado, Joe Byod  es informado y regresa a Londres por vacaciones y le propone intentarlo de nuevo a modo de gesto fraternal.
Ya una vez en el estudio a Nick le cuesta tocar la guitarra y cantar a la vez. Se le quiebra la voz cuando llegan las notas altas y a duras penas recuerda las letras. Boyd se queda muy tocado al ver la transformación de su músico favorito y a la vez un amigo que admira y siente entonces compasión, cosa que le corroe por dentro.
Cuando Nick  escucha sus grabaciones en casa con calma, decide tajantemente poner fin a la composición. Dice a sus padres que ha decidido dejarlo y es definitivo. Ya no le quedan más canciones “I got no more songs”, no están a la altura, no puedo responder por ellas. Algunas sin embargo son de alta calidad que años más tarde se editarían gracias a Boyd.
I entonces apareció en ZigZag aquel artículo, titulado “En busca de Nick Drake”. Después de dos años de silencio alguien decía que no lo habían olvidado. Se reanimó y tomó los antidepresivos otra vez tras otro periodo evitándolos.
Y tuvo una visita más, tras la llamada desesperada de sus padres, un viejo amigo suyo de la universidad, ya en esa época era profesor de matemáticas y sin ninguna aptitud para la música. Sus padres ya no tenían a quien acudir. Y al verlo y vio lo mal que estaba le obligó a ir a Paris un fin de semana por si eso servía de algo. Nick se quedó un mes en una barcaza del Sena con una familia que había conocido. Y dijo que quería establecerse allí. Pero algo pasó y volvió a finales de Octubre. Nadie supo más detalles.
Durante los días siguientes fue cuando empezó a decir a sus padres que, si la depresión continuaba, tenía miedo de hacer alguna tontería. Imaginaros la situación de tener a un genio como hijo y apagándose en tu casa con apenas 25 años.
Vuelve a cambiar de opinión y compra una guitarra eléctrica, y en su habitación era como si los mismos The Who estuvieran preparándose para un concierto. Nick acaba destrozando el instrumento y eso que solía ser muy pacífico, casi flemático. Y ese ataque de rabia confundió mucho, si cabe todavía, a sus padres.
Y la traca final fue cuando una noche en la cocina informa a su madre que comprará un violín. Buscaba soluciones. A la mañana siguiente, cuando su madre le da las llaves del coche para su compra, se la queda mirando ausente y dice: “¿violín?”. No tiene ni idea de lo que le está hablando. Su madre lo recuerda como si fuera hoy. Impotencia.
Nick pues sigue varado en su propio planeta, lejos de los seres humanos. Ha perdido la poca fuerza que le quedaba. Ahora desea convertirse en piedras y mar. En una de sus canciones fallidas y no publicadas pero si existentes, escribe de un modo sublime este poema:
Voice from the mountain / voz de la montaña
And a voice from the sea/ y una voz del agua
Voice in my neighbourhood / voz en mi vecindario
And a voice calling me/ y una voz que me llama
And a voice calling me / y una voz que me llama
Tell me my friend my friend / dime, amiga mia, amiga mia,
Tell me with love/ dime con amor
Where can it end it end / dónde termina, termina
This voice from above / esta voz superior
El domingo 25 de Noviembre hacia el mediodía, su madre encontró muerto a su hijo en su cama. El bote de Trypzol estaba vacío. No dejó nota de despedida. En la mesita de noche había una carpeta con sus primeras letras, dato confirmado por su  madre. Había llegado casualmente a la canción Fruit Tree y los versos que ya mencioné en este largo artículo:
They all know / todos sabrán
That you were here when you´re gone/ que estuviste aquí cuando te hayas ido
Su madre cree fehacientemente que Nick no tenía intención de suicidarse “seguro que pasaba una mala noche. A lo mejor se tragó las pastillas por un capricho repentino, para tener algo de paz. Probablemente lo hubiera lamentado por la mañana”
Depresión existencial
Un gran amigo de Nick era médico especializado en enfermedades mentales y 29 años después de su muerte se consigue una entrevista con él.  Además fue de los pocos que siguió visitando a Nick hasta sus últimos días.
“conocí a Nick en el verano de 1967. Me enseño los acordes y a afinar la guitarra. Nick era como un hermano mayor en ciertos aspectos. Nick no fumaba habitualmente hierba ni creo que estuviese con la heroína (rumor debido a la sombra de John Martyn y muchas leyendas falsas) ni era esquizofrénico. Según mi opinión desarrolló una depresión existencial y eso no se puede tratar con el medicamento que le fue recetado en esa época. Nick sabía que era un gran compositor, pero tenía una personalidad frágil. En algún momento dirigió hacia dentro su decepción. Una depresión existencial te dice que, hagas lo que hagas, la vida es una pérdida de tiempo. Además de esto, para Nick fue humillante volver a vivir con mamá y papá a los 24 años. Había hecho 3 discos extraordinarios. Hay que comprender su tremenda decepción”
Hay una opinión del no encaje artístico en su tiempo. Nick era extrañamente incompatible con su época. Emanaban muchos mensajes políticos y con proyectos colectivos de liberación con todos los cantantes. Puede seguro que sintonizara mucho más con la sociedad de consumo del siglo XXI y su cultura de masas: nuestro tiempo, que pide a gritos arte original y sincero desde el fondo de un montón de basura de música y literatura indiferente.
Es como si Nick tocase música de cámara en el centro de la revolución de los jóvenes. Era un hippie de otro siglo.
Fama póstuma
Y la fama le llegó con retraso, curiosamente 13 años después de su muerte, Joe Boyd publicó grabaciones desconocidas de Nick que todavía guardaba en ese mágico cajón, y editó  el álbum Time of No Replay  (tiempo de no decir nada). Había encontrado 8 grabaciones descartadas del primer álbum. Y allí se gestó su actual reconocimiento. Boyd ha trabajado con muchos músicos y letristas, pero sin duda, Nick era su perla. Su lucha. Su espina. Su tristeza. Y puede que necesitara intentar otra vez sacar a la luz esas grabaciones a modo honorifico.
La calidad de esos descartes era suprema pero Nick las desechó porque no encajaban con la atmósfera exacta que buscaba para su álbum de debut. Le parecieron demasiado inmaduras e imprecisas al poeta de 21 años y las tiró a la basura, ni las rescató para sus dos álbumes posteriores. El tiempo, por suerte, las salvaguardó, las evaluó y las ocultó como un tesoro perdido.
Mucho después llegaron las películas, las biografías, artículos y las versiones grabadas por los artistas famosos del momento. Los críticos introdujeron a Nick Drake en la asociación de iconos del rock jóvenes y muertos. Pero a diferencia de Jimi Hendrix, Sandy Denny, Janis Joplin, Ian Curtis o Jeff Buckley, Nick murió siendo un perfecto desconocido para sus contemporáneos.
No se convirtió al instante en una parte de la comprensión de sí misma de una generación como Jim Morrison, porque él nunca fue una parte de la historia mientras vivió.
Murió sintiéndose solo y triste. Debe descansar en su destino único, bajo las estrellas y los planetas.



Padres
Me gustaría acabar este artículo con un merecido guiño a sus padres y puede que a los muchos buenos padres que luchan por sus hijos en general. Enfatizando el papel ejercido por Rodney y Molly, quien fueron los que más sufrieron por supuesto. No es evolución natural  ver morir a los hijos, sino ver morir a tus padres.
Para conocer a su padre explicaré un dato, cuando Rodney murió en 1987 antes preparó un librito negro titulado “Para Molly”. Escrito con letra pulcra y pequeña. El libro tenía varios capítulos: “cómo pagar las facturas”, “cómo gestionar los impuestos”, “cómo colocar las antenas”… dejó todo previsto para que su mujer nunca tuviera que pensar en temas económicos ni logísticos tras su muerte que ya calculaba. Ella escribía poesía y canciones, era una buena madre y una esposa cariñosa. Rodney siempre potenció esa dualidad con su mujer y dados sus recursos monetarios todo era más fácil, ya que la realidad es que con dinero todo es más fácil, ya que tienes un problema menos principalmente.
Dicen que Molly llevaba consigo el libro negro allá adonde fuera. En realidad logró una vez más sobrellevar la pena de la viudedad, más o menos como cuando perdió a su niño. Cuidó del feudo familiar  “Far Lays” un año más y luego se mudó a una casa más pequeña. Molly Drake murió en 1993, 6 años después de su marido. Y al menos murió viendo en propia persona el auge en el reconocimiento del artista que fue su hijo amado, al que vio muerto en la cama una mañana cualquiera.
En el universo de Rodney, ingeniero de profesión, los poetas estaban en la cúspide de la escala social. Cuando Nick tuvo el primer ataque depresivo grave, Rodney finalmente convenció a su hijo para que ingresara en el hospital. Después pagó las visitas a uno de los mejores expertos en enfermedades depresivas. Cuando esto no resultó, optó por la antipsiquiatria. Incluso se involucró en una asociación y participó como miembro familiar. Pero Nick nunca apareció. Escribió varias cartas a los amigos de Nick pidiendo soporte por si servía de algo. Hizo todo lo que pudo por conocer las vueltas y revueltas de Nick. Su padre era el “acting” y su madre era el “caring” para Nick. 
Su madre Molly expresó en una entrevista del  1979: “Solo importaba una cosa cuando enfermó Nick ¿Cómo puedo llegar a él? No importaba nada más. No salí de casa en 8 meses. No podía abandonarlo. No sé si sirvió de algo, pero yo tenía la sensación de que se aferraba a nosotros como si fuéramos su única esperanza, de que confiaba en que pudiéramos ayudarle. Pero la sensación era: hagas lo que hagas, siempre acabas escogiendo la solución equivocada”
En su carta póstuma a su hermano titulada “Querido Nick”, Gabrielle Drake escribe: “A lo mejor este era el dilema de nuestros padres: educaron hijos lo suficientemente seguros de sí mismos como para querer y necesitar volar del nido, y sin embargo, sin querer, crearon un vínculo de amor tan fuerte que era imposible no sentirse culpable de desprenderse de él. Imposible no ver el valor de lo que habían creado, por mucho que quisieran ambos era imposible seguirnos en la nueva manera de pensar que nos rodeaba por todas partes en aquella época”
Quizá la llave del arcón del tesoro de las canciones de Nick esté en alguna parte de las piezas de piano de su madre Molly y en las nanas que componía para sus hijos cuando eran pequeños. O quizá en la sala de música de su casa donde el dueño de una guitarra acústica, de 17 años, se citaba con J.S.Bach  y el blues negro, incluyendo William Blake y Charles Baudelaire.
De las canciones sobre y para Nick merece mencionar la de su amigo John Martyn, “Solid Air” escrita en 1972, dos años antes de su muerte y finalmente escogida como título de este articulo:
You´ve been geeting to deep / has estado yendo demasiado al fondo
You ´ve been living on solid air / has estado viviendo de aire sólido
You´ve been missing your sleep / has estado pasando noches sin dormir
And you ´ve been moving through solid air / y has estado moviendote por aire sólido

Por Tomarasp