El gran maestro del aforismo Emil Cioran escribió una vez “todo lo que no es
arrebatador es superfluo. Al menos en la música “. Y esa es la razón por la
cual emerge este artículo al escuchar por primera vez Nick Drake.
Para empezar, qué difícil es comenzar por cierto, definiremos
su música en rasgos muy generales: sería
una mezcla de folk, rock suave, blues y jazz con el añadido de un conjunto de
cuerda. El contenido se intentará desgranar más adelante pero en un atrevido
resumen diríamos que no hay una palabra de política en su mensaje. Alcanza su muy
particular “savia vital”. Digna de categorizarse como Weltschmerz, vocablo
teutónico acuñado por Jean Paul 1763-1825, usado principalmente para expresar la
sensación que una persona experimenta al entender que el mundo físico real
nunca podrá equipararse al mundo deseado como uno lo imagina.
Drake crea una permanente poesía emotiva y oscura. Oscura no
en un sentido peyorativo, sino cercano al misterio. Mi misión es intentar sintetizar
la evolución de su poesía musical en
modo de investigación creativa sobre lo que Drake intentaba proyectar al mundo,
o mejor dicho, lo que necesita expulsar de si mismo.
A pesar de utilizar estrofas cortas y aparentemente con
lenguaje sencillo, en su mayoría con una duración no superior a 3 minutos por
canción, paradójicamente tanto su métrica como prosa no es nada ergonómica para
una mente resolutiva, porque se intuye mucha capilaridad en cada verso.
Sin embargo aún es más cautivadora la conjunción del
contenido junto a su voz y tono de sus canciones. Son canciones que anhelabas
sin saberlo. Menester que sólo crean muy pocos artistas, duendes mágicos que
son capaces de tocarte esa tecla interna.
El artículo en su gestación iba a ser corto y preciso, sin
embargo y dado que hay tanto fondo el rumbo final me ha obligado a extenderlo a
raíz de las investigaciones que he encontrado de Gorm Henrik Rasmussen, que recopiló
personalmente los testimonios de sus más allegados: sus padres, su hermana,
amigos cercanos de la época de la universidad, su arreglista Robert Kirby y finalmente
de su productor y camarada musical Joe
Boyd, con quien compartió intensas horas en la producción y edición de sus 3
discos.
Por lo tanto, en este artículo desgranaremos la vida de Nick
Drake y su prematuro final con apenas 26 años de edad, y con solamente 3 álbumes
publicados en su haber, sumando un total de 31 canciones publicadas y otras
descartadas que años después vieron la luz.
Personalmente su obra me resulta hipnótica y espero poder
trasladarlo en este escrito con todo el cariño del mundo.
Background
familiar
Nick nació en Birmania en 1945, hijo de colonos de clase
media alta. El padre era ingeniero y la madre componía sus propias canciones
siendo a la vez ama de casa. Tenía una hermana mayor que se convirtió en
actriz. Una familia que se amaba y respetaba.
A sus 4 años se mudaron a Inglaterra. Fue un estudiante muy
bueno, socialmente aceptado aunque sus profesores únicamente resaltaban un
matiz: “nadie lo conocía mucho”. En la época juvenil estudió filología inglesa
en la universidad de Cambridge entre 1967-69.
Un universitario amigo suyo informó que mientras todos
hacían campanas y fumaban hierba, Nick exclusivamente tocaba la guitarra
utilizando básicamente tonos folk y blues. Decían que su sonido era limpio y
preciso. Horas y horas repitiendo los mismos “riffs”.
En 1969 se trasladó a Londres compartiendo piso con su
hermana. Un día cualquiera sorpresivamente, ya que era un tipo de pocas
palabras, le enseñó su primer álbum ya editado titulado Fives Leaves Left. Un año más tarde publicó Bryter Layter. Y en 1972 salió Pink Moon, su tercer y último álbum publicado. En
Noviembre del 1974 murió de una ingesta de antidepresivos.
En este escrito vamos a intentar entender estos 5 años a
través de su música y testimonios más cercanos.
Hablando sobre cómo era trabajar con él grabando y su
aptitudes musicales con la guitarra en esos 3 discos, su productor Joe Boyd
dijo: “trabajar con Nick era perfecto, su guitarra la tocaba con maestría y su
voz era ideal, la única preocupación venía por los demás…la presencia de su
guitarra era suficiente: fuerte, equilibrada y limpia. Es muy difícil que un
punteo complicado suene tan claro y fuerte, y además sobre todas las notas. La
grabación giraba básicamente sobre su guitarra”
Nadie ha podido imitar a Nick porque es demasiado difícil.
Los mejores guitarristas podrían pasar perfectamente dos días devanándose los
sesos para deducir cómo ha afinado la guitarra y encima la afina de manera
distinta en cada canción. Técnicamente dicen que el método de afinar una cuerda
aguda un tono o dos por debajo de una cuerda grave y viceversa, es el secreto
escondido tras las melodías de guitarra de Nick. Digamos que parece que tenga
12 dedos en vez de 10 escuchando su punteado de guitarra.
Sus 3 álbumes editados son obras maestras actualmente
reconocidas únicamente a partir, sobretodo, de la década de los 90 y expandida con
la aparición de Internet. Este artículo tiene también el deseo de saciar mi curiosidad
ante esta historia de un genio que se apagó demasiado pronto.
Fives Leaves Left
1969
Era muy minucioso con todo lo que fue su álbum de su
estreno, y también en todos los siguientes como el título, portada,
fotografías, canciones, orden canciones, arreglos, descartes, etc. Debe subrayarse que el diseño
gráfico en sus 3 vinilos posee una alta calidad artística también. Doy fe ya
que los tengo en casa.
Primeramente me gustaría destacar de dónde emerge el título
del álbum. Con ya todo el material finalizado el disco se iba llamar como su
última canción Sunday Sun. Pero, según él, no encajaba con el conjunto. Era sólo una
parte del todo y no estaba nada convencido pero no tenía nada mejor en esos
momentos, cuando debía decidir por el título en pocos días para su lanzamiento.
Unas pocas noches después en su habitación, fumando su
habitual tabaco de liar apreció por enésima vez dentro del librito de papel de
fumar ese pre-aviso donde te indicaba que quedaban sólo 5 papeles. Bingo. Los
más agoreros vieron un presagio también tras su desaparición: pasaron
justamente 5 años hasta su muerte.
En la fotografía de contra portada aparece de cuerpo entero,
apoyado con indiferencia en la pared y, por favor, con el mundo al alcance de
la mano. Es una imagen muy reveladora de su estado anímico por aquel entonces y
de la historia que escondía detrás: tenemos pues ante nosotros a un
universitario que ha conseguido un contrato discográfico y que acaba de
terminar una obra de arte sublime. Cree en su proyecto y cree en el futuro.
El primer tema Time
Has Told Me es uno de mis preferidos sin ninguna duda, suena a blues con
compás de vals. Habla principalmente del amor. Son 4 minutos donde yuxtapone
emociones complejas a imágines de fuerza poética y mística, consigue alcanzar un
lugar donde el amor transciende, un lugar donde el amor se convierte en un
camino hacia la liberación personal, veamos:
Time has told me / El tiempo me ha dicho
You’re a rare, rare find / Eres un extraño hallazgo
A troubled cure / Una conflictiva cura
For a troubled mind / para una mente atribulada
Suena esperanzada su autoproclamada mente “atribulada”, como si pusiera
toda la confianza en la fórmula que se repite en el estribillo:
For someday our Ocean / Algún día nuestro océano
Will find it’s shore / alcanzará su orilla
Si por mí fuera copiaría la letra entera pero os dejo deberes.
Con el tema River Man cambiamos
de tercio. En esa época se instaló en una habitación junto a un río, de allí
nace parte del título de la canción.
Betty came by on her way / Betty ha pasado
a saludar
Said she had a word to say / Ha dicho que tenía algo que contar
About things today / sobre el momento actual
And fallen leaves / y las hojas caídas
Betty
said she prayed today / Betty dice haber rezado esta mañana
For the sky to blow away / rogando que el cielo estallara
Or maybe stay / o quizá que se quedara
She wasn’t sure / No lo podía asegurar
Nos habla del estado del mundo, de su proceso natural, su
giratoria. Una metáfora hacia las esperanzas, plegarias y dudas del ser humano
más pensante. Como siempre sucede inexorablemente el tiempo pasa y, de repente,
las hojas caen y es otoño. El hombre del río sabe todo esto; él es el tiempo y
a la vez está fuera; refleja la vida que pasa, las nubes, la lluvia, la gente,
toda esta efímera obra de teatro de sombras; cambia de color con el entorno y,
a la vez, permanece inmutable, como se enfatiza en la última frase de la
canción:
Oh, how they come and go / Oh, cómo vienen y se van
Sería extrapolable a su vertiente más budista, mejor aún:
taoísta. Una aproximación a River Man podría
ser a través de Chuang Tzu, sabio chino nacido siglo IV a.c. Su versión del sueño
de la mariposa es algo distinta al original. El cantante soñó una
vez que era un río, sin preocupaciones y sin pensar en otra cosa que ser un
río. Entonces, de repente, se despierta y se da cuenta que es Nick. De todas
formas, ahora no sabe si es Nick. ¿Es ésta lectura un sueño? Quién sabe…
En “Fruit Tree” tiene digamos una presagio de lo que al
final le sucedería como artista. Estremece a la persona que sabe su historia a
posteriori. Nick afirma que el mundo está ciego ya que en algunas ocasiones
grandes artistas mueren antes de lo debido, pobres y sin que le reconozcan por
lo que son, ejemplos varios encontramos
con William Blake, Edgar Allan Poe, Franz Schubert, Van Gogh, Franz
Kafka o John Kennedy Toole por mencionar sólo algunos a bote pronto. Y podría
extrapolarse a personas no públicas con mucho potencial nunca proyectado y que
perecerán sin apenas emitirlo.
They´ll
all know / todos sabrán
That you were here when you are gone* / que estuviste aquí cuando te hayas
ido
*Utiliza en el final de la frase un suspiro de resignación
muy peculiar y difícil de adjetivarlo. Como si él, a sus 19 años, ya supiera
que no viviría lo suficiente para llegar a su público y la difícil relación entre
fama y arte. Toda la letra es muy premonitoria.
Sigamos pues con Three
Hours, la cual la enlazaremos con Way
to blue. Quizá el secreto de las canciones de Nick sea que están todas
escritas “a tres horas del discurso” (three hours from speaking). En silencio
absoluto. En un vacio extraordinario, incluso placentero.
Nick es fiel a un sueño
de paisajes románticos de una época pasada e incluso se sumerge en los vericuetos
de un inconsciente hacía una búsqueda de una identidad perdida para emerger
solitariamente entre los violines de Way
to blue y, sobretodo, preguntarse
sobre las múltiples formas de luz. Múltiples posibilidades para alcanzar lo que
anhela.
Can you understand a light among the
trees? / ¿Hay manera de que entiendas la luz que entre árboles ilumina?
Way to blue es una
letra fuera de lo común, un cuento metafísico, una búsqueda al oráculo, una
sabiduría precoz a su edad. Alega que allá fuera hay algo mejor, ¿me lo
enseñas? Sé que no puedes porque yo seguiré intentándolo, sólo te digo que me
ayudes o comprendas la búsqueda de ese camino azul, mi única salvación. Nick sabe
que debe ser rescatado, ya sea por uno mismo u otro medio, pero que necesita
ser “reguiado” simplemente. Intuyo mucha precocidad al describir filosóficamente su mente como un timón
a la deriva en busca del mar correcto, y más yugo si cabe, sabe pues en su foro
interior de una manera heroica (que no mártir), que nadie le podrá ayudar. Recordemos
que tiene 19 años.
Un tema muy
especial es The thoughts of Mary Jane.
Volvería a inundaros con las 3 estrofas de 7 versos cada una pero
prefiero dejarlo como otro ejercicio si el lector acaba por sumergirse al mundo
Drakiano. Es un tema donde se
pregunta que debe pasar por la mente y el alma de Jane. Utiliza el nombre de
Jane en general para referirse a la mujer amada. Está bien para cantar: dos
consonantes débiles y una vocal larga con las que crear una frase musical.
Y finalmente escuchad y estudiar “Saturday sun”, donde está TODO concentrado:
el día se ha acabado, y lo que ha traído no es más que una repetición de los
rituales de ayer: “and again and again”
Vamos que una vez hemos creado toda esta obra magnífica,
este gran cuento mimetizado en un álbum musical, su propia fábula, no le sirve
para mucho a fin de cuentas, no le sirve para encontrar el camino azul, las
múltiples luces que existen siguen lejos. Otra vez y otra vez. Sin embargo le sirve
como megáfono de su mundo interior. Su propio confesionario. Amén.
Podríamos resumir este álbum preguntándonos ¿Qué es un sueño
exactamente? Sería la pregunta que
uno está obligado a plantearse cuando escucha Five Leaves Left, las canciones abordan la anatomía de un sueño. En cierto
modo es como despertarse en un lugar
remoto, levantarse en una casa sin gente, paredes de madera, rebuscando por los
cajones encuentras cartas con lazos de seda, viejos periódicos, algunas conchas
de mar. Fuera, el viento suspira entre los pinos. Es como si ya hubieses
estado, pero has olvidado cuándo y por qué.
Si nos referimos específicamente a su voz uno podría opinar que Nick no canta, tararea
fluctuando. Paradójicamente su voz nunca se rompe, nunca es estridente e
incluso conserva, en pasajes muy sombríos, la característica de estar
suspendida en el aire con total tranquilidad. Tampoco hay ningún indicio de
agresividad o ironía, sino de franqueza. Incluso la clasificaría de dulce y elegante
sensualidad, eso era en definitiva lo que su tono transmite.
Su creación es ya inmutable, y para el resto de los mortales
Fives Left Leaves es nuestra Herencia.
Promoción
Una vez asimilada la profundidad del disco por sí misma, el
artista y su productora, deben aplicarse para darle promoción. Y es donde
empiezan los problemas para Nick. Su talón de Aquiles debido principalmente a
su personalidad.
El disco sale a la venta en verano del 1969. Su productor
Boyd estaba concluyendo el disco Liege
and Lief de Fairport Convention y para promocionarlo alquiló el Royal
Festival Hall en Londres. Nick salió delante de 3000 personas detrás de John y
Beverly Martin nada menos. Y el público le aplaudió y todos pensaron que podía
prepararse para una gira de promoción. Las expectativas eran altas.
Las ventas no fueron buenas con apenas 2000 ejemplares,
tampoco hubo reproducciones en la radio ni la discográfica puso a la venta
ningún single. Y la pregunta es si eso hubiera servido de algo. Era el momento
de artistas como Creedence Clearwater Revival, The Rolling Stones, Dylan, Elvis
o The Beatles por mencionar algunos.
Nick hace una gira por clubs y pubs de música folk por el
centro de Inglaterra y la gente mostró demasiada indiferencia, hasta que uno
del público se levantó y gritó: “¿no sabes ninguna canción que podamos cantar?”
Pareció no afectarle pero todos creen que allí empezó su dolor de no tener
tablas en el escenario, como si estuviera presagiando que el mundo del
espectáculo no era para él. Lo gratificante sin embargo era el proceso
creativo. Puede que Nick lo supiera de antemano o puede que si todo hubiera
salido a la primera su carrera hubiera sido diferente. Por mi parte no lo creo.
Era su destino como ya dijo en la canción Fruit
tree
Su pequeña adicción a la marihuana crece ante esta situación
fracaso. Nick no era un drogadicto dado a que no se relacionaba con la gente tampoco.
Era como mucho un fumador ocasional que potenciaba su innata pasividad y timidez.
En los primeros seis meses del 1970 da más de 20 conciertos
por inercia. Cuando sale en el concierto de más caché no tiene el mismo éxito
que tuvo en su primer gran concierto ya mencionado. La audiencia se impacienta
con tanta parsimonia, manosea torpemente para afinar su guitarra, cosa que
hacía tras cada canción, y cuando la cejilla de su guitarra cae al suelo se
queda un largo rato mirándose los zapatos. Después de tres conciertos de
telonero de Sandy Deny, llama a Boyd y le dice “ya no aguanto más. Me voy a
casa. Lo siento”
Tras unos días de descanso y reflexión vuelve a retomar la
gira. Toca en mayo con su ídolo Graham Bond
y ese mismo mes le llaman para el Open Air Festival, un evento que atrae
a miles de personas. El 23 de Junio le vemos junto al músico Ralph McTell y el
mismo comentó en una entrevista “Nick cantó de maravilla esa noche, eso sí, muy
encorvado y con la cabeza baja. Hacia la mitad de la actuación paró sin más, se
levantó y salió del escenario”
Aquel sería el último concierto de Nick.
Princesa de la
Arena
Este inicial fracaso en la promoción de su obra se sumaría
al del plano sentimental, y puede que nos ayude a comprender un poco mejor parte
de su estado y letras.
Nick era bastante enamoradizo y con mucho éxito entre las
mujeres a pesar de su timidez. Durante esta época conoció a varias mujeres, algunas
aventuras y otras derivaron en algo más profundo que luego se convirtieron en
grandes amistades como Sophie Ryde, Daisy Burlison-Rush o Linda Thompson. Siempre mantuvo con ellas una relación misteriosa
para sus amigos y familia. Nunca hablaba de cómo iban las cosas con ellas ni
nada parecido. En algún caso sus padres la conocieron en su entierro.
Es como si a una edad temprana, Nick hubiera caído en un
estado crónico de descontento amoroso. Por ejemplo en un tema que descartó
durante la grabación de su primer álbum, Rain´s
the way you move now (la lluvia es ahora la forma como te mueves), la letra habla de una relación
fallida. Con densas imágenes sabemos de un amor que no puede sobrellevar las
rutinas diarias:
This was our season and we said it couldn´t end / esta
era nuestra estación y dijimos que no acabaría
But my love left with the rain / pero mi amor se fue
con la lluvia
Y siente que él se abandona a sí mismo debido a esa visión.
Nick responde a ello construyendo un mundo particular, su defensa se centra en
crear en sueños hermosas criaturas sobrenaturales que descenderán de los cielos
y le liberaran de su soledad, de ese lastre. Llama Princesa de la Arena a uno
de esos ángeles. E incluso la Princesa le falla en el momento decisivo como
podemos observar en otra canción no editada en su álbum de debut Strange Meeting II:
she came to me and I saw in her eyes / se acercó a mí y
vi en sus ojos
The heavy toll of thousand eyes / el severo peaje de un
millar de ojos
she moved her
mouth but here came no sound / movió los labios, pero no emitió ningún sonido
The message
she brought can never be found / el mensaje que trajo por siempre desconocido
But I called her my princess of the sand/ Pero la
llamaré mi princesa de la arena
Then I looked, she´d
gone, of her presence / Y entonces miré, se había ido
there was no trace/ de su presencia no quedaba nada
where she went or
came from / Adónde fue o de dónde vino
who can know / nadie lo va a saber
Or if she´ll ever return to help me know / o si algún
día volverá para ayudarme a comprender
Who she is, my
princess of the sand / ¿Quién es ella, mi princesa de la arena?
Casi todas sus canciones de amor tratan pues, del abandono.
A lo mejor en el fondo Nick desea ser abandonado, ese es el modo como utiliza
el amor: es la tristeza, es un estado de ánimo, es el alimento de sus
canciones, a través del cual crea su mundo único de belleza. Entonces la poesía y las melodías son lo que
le permiten comunicarse verdaderamente, el único canal válido de comunicación para
él dentro de su particular Diluvio ante su amada, como bien nos indica en este
pasaje:
If songs were
lines in a conversation/ si las canciones fueran replicas de una conversación
The situation
would be fine/ la situación sería perfecta
Bryter Layter 1970
Como ya hicimos en el álbum anterior empezaremos para explicar
el título escogido del segundo disco con un año solamente de diferencia del
primero. Nick roba estas dos palabras de un parte meteorológico típico del clima
londinense. Donde aventura un día cualquiera con la predicción de “brighter later” (más tarde esclarecerá o
más tarde soleará), y toma este metáfora para su estado, es en definitiva un álbum
sobre su propia meteorología. Entonces el Brighter
Later se convierte en el críptico Bryter
Layter sin titubeo alguno, y para mí, fue un gran acierto porque se intuye
un término atemporal esperanzador, casi
infinito.
La portada ya nos indica otra percepción al de su opera
prima. Sale un poco cabizbajo apoyado a su guitarra, su fiel compañera, y encerrado
en una habitación clara sin los zapatos puestos, como señalando que no saldrá
por el momento al exterior. Indica sedentarismo. Intromisión. Ya ni siente el
mundo exterior como suyo, ni como mero observador perimetral. No hay proyecto ni futuro. Sólo su música como
media de comunicación al exterior.
Es un disco envuelto en una bruma mágica. Hay algo casi onírico
en las canciones, donde percibimos más anhelo que realidad, a diferencia de su
primer álbum.
En este disco nos encontramos con una notable colaboración
de John Cale. EL mago galés, que mucho antes había abandonado la vanguardista Velvet
Underground, participa en un par de canciones donde arquea su viola eléctrica y
extrae un timbre doble de su instrumento. También toca la celesta y el órgano
para profundizar el lado oscuro del álbum.
En Poor Boy filosofa sobre lo que cuesta estar en el
cuerpo que casualmente se llama Nick Drake. Ha dejado los sueños a un lado.
Siente que está vacío, inerte o medio muerto. Deseaba poder haber sido
cualquier otra cosa antes de ser Nick, como alega en One of These Things First, mientras de fondo el piano sube y baja
despreocupadamente por la escala menor:
I could have
been a signpost, could have been a clock / pude haber sido un poste, pude haber
sido un reloj
As simple
kettle, steady as a rock / tan simple como una tetera, sólido como un peñón
Sin embargo, no hay motivo para el pánico como bien indica
el tono amable de la canción. El poeta se dice a si mismo que no está ahí, que
su frágil “Yo” con el que estaba cargando se ha esfumado. Lo que queda se
desvanece en un difuso “could have been” (podría
haber sido)
I could be
even here / podría estar incluso aquí
I would be, I should be so near / estaría, debería
estar cerca de ti
Paradójicamente se le intuye muy cerca en medio de su
ausencia siendo asombrosamente capaz de crear una gran intensidad en su
conjunto. Es como decir que la puerta está abierta, puedes pasar, hay espacio
de sobra únicamente dentro de la música, y el mensaje de la letra está escrito
entre líneas. El cantante busca y no encuentra nada. Y sin embargo, da con la manera de llegar
aquí y ahora hasta ti a través del espacio y tiempo.
Vayamos pues a “Northern
Sky” para confirmar lo dicho (por cierto 30 años después, ¿qué gracia no?,
el tema es calificado por NME New Musical Express “la mejor canción del amor de
los tiempos modernos”. No es mi menester aquí precisamente descalificar o dudar
de NME.
Es mucho más que una canción de amor de tres acordes donde
la pureza del piano golpea el carillón. Nos enfrentamos a un renacimiento
místico, se mueve y es movido por fuerzas que provienen de un mundo más elevado,
hacia otro plano. Ya ha aceptado solemnemente su soledad, su fracaso
sentimental, sin embargo reclama felizmente que alguna presencia seguramente femenina
le guie en momentos muy puntuales. Veamos de cerca su renacimiento, en negrita
lo más destacado:
I never felt
magic crazy as this / Nunca me sentí tan loco de alegría como
ahora
But now you´re here Brighten my nothern sky / pero
ahora que estás aquí, mi cielo del norte
se ilumina.
I´ve been a long
time that I ´m waiting / llevo bastante tiempo esperando
Been a long that I´m
blown / llevo bastante tiempo consumido
I´ve been a long time
that I´ve wandered through the people I have known / dando tumbos por entre la
gente que he conocido.
Oh, if you would and
you could / Oh, si puedes y quieres,
Straighten my new mind´eye / mi renovada imaginación encaminas
Oh, if you would and
you could / Oh, si puedes y quieres,
Come blow
your horn on high/ haz sonar tu cuerno en la colina..
Joe Boyd está totalmente convencido de que Bryter Laytrer
será el gran éxito de Nick. Lo califica de obra maestra. Pero sigue sin
acumular ventas. Las revistas especializadas no se toman ninguna molestia por
alguien que no hace nada para promocionarse y además están ocupadas escribiendo
sobre Johnny Cash y Frank Sinatra. No puedo retenerme en comentar que Cash es
uno de mis top favoritos, es un arrebato de voz. Próximo candidato a trabajar
un artículo en el blog.
Nick está exhausto, después de tanto esfuerzo con dos obras
maestras necesita un descanso para pensar en lo que está ocurriendo en su
carrera musical y en su mundo mental.
En ese invierno permanece anclado en su piso de Haverstock
Hill. E incluso le cortan el gas por no pagar las facturas. Soy un grande que no sabe exponer su obra, lo
sé, y encima paso frio como un oso polar, debió pensar.
La caída
Y sucede un hecho que afectaría negativamente a Nick, Boyd
se traslada a USA para trabajar como director musical de la reconocida Warner
Bros. Para Nick, su marcha es una seria conmoción. De repente, su mentor y
productor se ha ido cuando más lo necesitaba. Eran íntimos a pesar de sus
discrepancias habituales entre compositor y productor. Le tranquiliza ante su éxodo
laboral y le asegura que podrá pagar el
gas y que puede seguir con la
discográfica Island Record. No hacía falta una carta de recomendación al nuevo manager de la discográfica, ya que también considera
que Nick es el mejor guitarrista acústico de Inglaterra y le encantan los dos
álbumes.
¿Por qué no se venden sus discos? ¿Será por la misma razón por
la cual no ha podido encontrar la princesa de la arena?
Nick se recluye una vez más. Y sobrevive con 15 libras que
la discográfica le envía semanalmente como reconocimiento tácito de su talento.
Sigue sin recibir un penique de derechos de autor.
Después de Bryter Layter
todo fue rápido cuesta abajo para Nick. Su amigo poeta y músico folk Paul
Wheeer dijo “recuerdo que una vez me dijo que se sentía como un principiante de
la depresión”. Nick no había imaginado nunca que pudiera verse en una situación
desesperada. Estaba afectadísimo. Todo se le escapa de las manos. Perdía el
control de su vida. Tenía en definitiva una
depresión que estaba acampando ya a sus anchas. Hoy en día el concepto de la
enfermedad está muy asumido en la sociedad, pero no en la Inglaterra del 71 ni tampoco en otros lares.
Su arreglista Robert Kirby comentó: “lo curioso que Bryter Layter es un álbum bastante
alegre. No hay duda que Nick compuso esas canciones en un periodo de crisis… yo
vivía cerca. Nick venía un par de veces a la semana a visitarme, se sentaba en
un rincón y miraba al vacio. No comía. Iba desaliñado con ropa sucia. Su
habitación era horrible, parecía una tumba. Un día sacó la guitarra y me tocó
una canción. Yo escuché, sin saber que era lo último que tocaría para mí. Lo curioso
es que años antes yo había grabado esa misma canción mientras Nick la componía.
Esa canción la descartó para su primer álbum. Tampoco apareció en el segundo. Ese
tema era Things Behind the Sun que anduvo
en cajones mágicos, llenos de vida.
Pink Moon 1972
Sin Boyd llama a John Wood, ingeniero de sonido y suelta
escuetamente “te necesito. Tengo nuevas canciones”. Sería un álbum corto y de
una intensidad inusual.
En dos noches grabaría 11 temas en sólo 28 minutos. Únicamente
la dolorosa voz intensa de Nick y su fuerza en la guitarra. Quiso mostrarse
esencial y desnudo. Huyendo de la ornamentación de su anterior álbum, que tal
vez adolecía de más de un arreglo superfluo.
En este álbum se encuentran todas las voces del hombre
desamparado. Desde la del que vislumbra un destino final con la llegada de la luna rosa en Pink Moon hasta la del que se eleva hacia el cielo con alegría en las noches de verano infinitas en From the morning. O también la del
hombre que suplica por un lugar donde estar, sólo un sitio para
alguien que se siente más débil que el
más pálido de los azules, siendo nada más que un parásito en su ciudad…Y sin embargo, todos los temas resultan tan
poderosos porque son un último reducto desde el que enfrentarse a ese desamparo
ya crónico. Esta vez sí, en este último disco, fueron autenticas plegarias.
No sobra un solo verso, una sola palabra. Drake, una de cuyas
virtudes era la economía lírica, sabía bien que todo debe ser arrebatador.
En dos minutos de canción escuchamos solamente estas 5
frases en el tema central Pink Moon
I saw it written and
I saw it to stay / lo he visto escrito, lo he oído
Pink moon is on its
way / la luna rosa está en camino
And none of you stand so tall / ninguno de vosotros
está a la altura
pink moon gonna get you all / la luna os atrapará sin
duda
it´s pink, pink,
pink, pink, pink, moon/ es una luna rosa, rosa, rosa, rosa, rosa.
Nick ve la escritura en el agua, donde el reflejo señala que
la luna está en camino. Es pues el sonido de la Luna que acecha. No hay nada que
captar. Únicamente se advierte que la Luna se acerca con su luz blanca. Y su
silbido es casi inaudible.
Las canciones de este álbum tienen una estructura compleja,
y a la vez tan sencilla como un “haiku”. El
Haiku es un tipo de poesía japonesa.
Consiste en un poema breve de diecisiete moras. La poética del Haiku
generalmente se basa en el asombro y la emoción (aware) que produce en
el poeta la contemplación de la naturaleza. []La esencia del Haiku es
"cortar" (kiru) mediante la yuxtaposición de dos ideas o
imágenes separadas por un kireji, que es el término cortante o
separador. Tradicionalmente, un Haiku debe contener también una referencia
directa o indirecta a la estación del año.
A pesar de la fragilidad y el dolor que exhibe Nick, están
lejos de ser inequívocamente oscuras. Hay cierta calma resignada en Pink Moon, propia de quien ha ajustado
cuentas y está dispuesto a afrontar las consecuencias de una importante
decisión. Muy al estilo Boeccio.
Ya no tiene esperanza en el amor, pero si en la vida
posiblemente o en algo que él sólo sabía. Varias canciones parecen escritas
para las amadas que fracasaron en su pasado (en esa época ya no se le intuye
relaciones, sino amistades de sus relaciones anteriores). El mundo le ha
fallado o él se ha fallado, o incluso ambas. Está por fin asumido. Y con gran
entusiasmo os copia frases en la canción Place
to Be, para mí el clímax del álbum y el cénit de su estado personal:
And I was green,
greener than the hill / Y estaba verde, más verde que las colinas
Where flowers grew and the sun shone still / donde las
flores crecían y el sol todavía lucía
Now I am darker than deepest sea / ahora soy más oscuro
que el profundo mar
Just hand me down, give me a place to be / tan solo
déjame, dame un lugar donde estar
Now I´m weaker than the palest blue / ahora soy mas
débil que el mas pálido azul
Oh, so weak in this
need of you / oh, tan débil en este deseo por ti
Nick transforma su pérdida de amor en belleza, como ya
hicieron los maestros Lorca y Cohen. Se aferra pues a la poesía, a la metafísica,
como medio de percibir la realidad, y rechaza rendirse al silencio. Realiza una
obra de duelo en toda regla.
A Nick le encanta la palabra “rain” (lluvia) con doble
connotación metafórica:
a) Simboliza
la exclusión de la comunidad (la persona que está fuera bajo la lluvia)
b) Simboliza
una catarsis.
Puede aplicarse a todas sus primeras composiciones y sobre
todo a la canción clave: “River Man”
For when she thought of summer rain / y cuando he
pensado en la lluvia de verano
Calling for her mind again / que su mente había
reclamado
She lost the pain / su dolor ha cesado
And stayed for more / y se ha quedado por más
El artista es capaz de trascender
emociones dolorosas como la pena y la melancolía latente que su estado ya
sufría crónicamente. Esto hace que el álbum no resulte deprimente. Termina
pues, declarando su amor al ritmo del día y la noche, al círculo de la
naturaleza omnipresente, a la propia vida, en la canción From the Morning declara:
And now we rise / Y ahora nos alzamos
And we are everywhere/ y estamos por todas partes
Cobra unas 500 libras por su
trabajo en Pink Moon , estamos en
Noviembre del 1971. Necesita recuperarse después de un periodo de violentos
cambios de humor y noches sin dormir. Y en una decisión extrema volvió a casa
de sus padres, se trasladó pues con 3 diamantes publicados al feudo familiar
otra vez. A su habitación de la infancia. El sentimiento era de fracaso. Y
encima con la depresión en sus cotas más altas y con la sensación de descontrol
de la misma.
Estos 5 años creativos de Nick
depararon canciones surgidas de la voz de un hombre que no consigue encontrar
acomodo en sitio alguno, que son un grito susurrado, el de alguien que clama
por una segunda cara, el de alguien que antes de sucumbir, quiere ahuyentar a
un perro de ojos negros que le mira
fijamente como en el blues desgarrador llamado Black eyed dog. Percibimos
una voz frágil y que sin embargo consigue perturbarnos hasta el desasosiego.
En casa de sus padres
Sus padres contaron “pensábamos
que éramos los únicos con los que no quería hablar. Nos dimos cuenta que no
tenía tampoco contacto con sus más íntimos amigos. Un fin de semana invitamos a
John Martyn dado que era energético y extrovertido, así podría intentar animar
a Nick. Y normalmente, muy a nuestro pesar, Nick se acostaba pronto en esos
encuentros. Nos quedábamos pues los 3 charlando hasta mucho más tarde y John nos
dijo una frase que nunca olvidaré “siempre que dejas a Nick, tienes la sensación
de que le estás defraudando”
Sus padres lograron finalmente,
tras mucha insistencia, ingresarlo en el hospital St. Thomas de Londres para
vencer a su depresión. Estuvo un mes en la sala de psiquiatría. Su madre dijo
que aquello nunca acabó de funcionar. Y concluyó con esta frase en una
entrevista “y al final ¿qué saben los psiquiatras de la mente humana?”
Nick abandona el hospital con una
receta de 3 medicamentos: un antidepresivo, un antipsicótico y otro para las
convulsiones. Se trata de la química de su cerebro, le ha dicho el doctor. De
regular equilibrios. Le diagnostican depresión endógena, la cual viene de
dentro y que no se origina en ninguna circunstancia externa, antes llamada
melancolía.
“Tuvimos que convencerle para que
se medicara -dice su padre Rodney-. Los antidepresivos le ayudaron. Estaba
mejor, pero él odiaba el medicamento”
Pink Moon sale a la venta el 25 de
Febrero de 1972. Melody Maker publica una de las pocas críticas. Le tira en cara que no suba a un escenario y
finaliza alegando que Nick no existe en absoluto. Cosa que ahora sabemos que es
verdad. Y es cuando pasa su crisis más profunda. No come, no se cambia de ropa,
no escucha música. Es una sombra en una habituación oscura: la guitarra en la
funda y las cortinas echadas.
El periodo más largo sin
tratamiento fue de seis meses, recuerda su madre. Nick le dijo a su madre: “pienso
pasar esto a mi manera. El problema es que he fracasado en todo lo que hecho.
¿Cómo puede un médico de Londres compensarlo?”
Un día Nick comenta a su padre, ya
en un impulso desesperado, que quiere ser una persona mundana con un trabajo
corriente y le pide ayuda para encontrar
un trabajo corriente de 8 horas. Cuando se lo consigue en tiempo récord, evidentemente
en su primer día, desaparece por la puerta de atrás a las pocas horas de
empezar.
Se siente atrapado, obligado a escoger
entre dos males. Con las medicinas contiene la depresión pero a la vez lo
aletarga. No puede componer canciones cuando está medicado. Vuelve a tirar las
pastillas y con ello la depresión cada vez golpea más fuerte. Así pasan los
días y los meses, así desaparecen como hojas en un calendario. Todas las
páginas están en blanco cual presidiario en Alcatraz.
Sin embargo, en marzo de 1974 Nick
asegura que tiene nuevo material. Como no funcionan las letras debido a su
estado, Joe Byod es informado y regresa
a Londres por vacaciones y le propone intentarlo de nuevo a modo de gesto fraternal.
Ya una vez en el estudio a Nick le
cuesta tocar la guitarra y cantar a la vez. Se le quiebra la voz cuando llegan
las notas altas y a duras penas recuerda las letras. Boyd se queda muy tocado
al ver la transformación de su músico favorito y a la vez un amigo que admira y
siente entonces compasión, cosa que le corroe por dentro.
Cuando Nick escucha sus grabaciones en casa con calma,
decide tajantemente poner fin a la composición. Dice a sus padres que ha
decidido dejarlo y es definitivo. Ya no le quedan más canciones “I got no more
songs”, no están a la altura, no puedo responder por ellas. Algunas sin embargo
son de alta calidad que años más tarde se editarían gracias a Boyd.
I entonces apareció en ZigZag
aquel artículo, titulado “En busca de Nick Drake”. Después de dos años de
silencio alguien decía que no lo habían olvidado. Se reanimó y tomó los
antidepresivos otra vez tras otro periodo evitándolos.
Y tuvo una visita más, tras la
llamada desesperada de sus padres, un viejo amigo suyo de la universidad, ya en
esa época era profesor de matemáticas y sin ninguna aptitud para la música. Sus
padres ya no tenían a quien acudir. Y al verlo y vio lo mal que estaba le
obligó a ir a Paris un fin de semana por si eso servía de algo. Nick se quedó
un mes en una barcaza del Sena con una familia que había conocido. Y dijo que
quería establecerse allí. Pero algo pasó y volvió a finales de Octubre. Nadie
supo más detalles.
Durante los días siguientes fue
cuando empezó a decir a sus padres que, si la depresión continuaba, tenía miedo
de hacer alguna tontería. Imaginaros la situación de tener a un genio como hijo
y apagándose en tu casa con apenas 25 años.
Vuelve a cambiar de opinión y
compra una guitarra eléctrica, y en su habitación era como si los mismos The
Who estuvieran preparándose para un concierto. Nick acaba destrozando el
instrumento y eso que solía ser muy pacífico, casi flemático. Y ese ataque de
rabia confundió mucho, si cabe todavía, a sus padres.
Y la traca final fue cuando una
noche en la cocina informa a su madre que comprará un violín. Buscaba
soluciones. A la mañana siguiente, cuando su madre le da las llaves del coche
para su compra, se la queda mirando ausente y dice: “¿violín?”. No tiene ni
idea de lo que le está hablando. Su madre lo recuerda como si fuera hoy.
Impotencia.
Nick pues sigue varado en su
propio planeta, lejos de los seres humanos. Ha perdido la poca fuerza que le
quedaba. Ahora desea convertirse en piedras y mar. En una de sus canciones
fallidas y no publicadas pero si existentes, escribe de un modo sublime este
poema:
Voice from the
mountain / voz de la montaña
And a voice from the sea/ y una voz del agua
Voice in my
neighbourhood / voz en mi vecindario
And a voice calling me/ y una voz que me llama
And a voice calling me / y una voz que me llama
Tell me my friend my
friend / dime, amiga mia, amiga mia,
Tell me with love/
dime con amor
Where can it end it
end / dónde termina, termina
This voice from above
/ esta voz superior
El domingo 25 de Noviembre hacia
el mediodía, su madre encontró muerto a su hijo en su cama. El bote de Trypzol
estaba vacío. No dejó nota de despedida. En la mesita de noche había una
carpeta con sus primeras letras, dato confirmado por su madre. Había llegado casualmente a la canción Fruit
Tree y los versos que ya mencioné en este largo artículo:
They all know / todos sabrán
That you were
here when you´re gone/ que estuviste aquí cuando te hayas ido
Su madre cree fehacientemente que
Nick no tenía intención de suicidarse “seguro que pasaba una mala noche. A lo
mejor se tragó las pastillas por un capricho repentino, para tener algo de paz.
Probablemente lo hubiera lamentado por la mañana”
Depresión existencial
Un gran amigo de Nick era médico
especializado en enfermedades mentales y 29 años después de su muerte se
consigue una entrevista con él. Además fue
de los pocos que siguió visitando a Nick hasta sus últimos días.
“conocí a Nick en el verano de
1967. Me enseño los acordes y a afinar la guitarra. Nick era como un hermano
mayor en ciertos aspectos. Nick no fumaba habitualmente hierba ni creo que
estuviese con la heroína (rumor debido a la sombra de John Martyn y muchas
leyendas falsas) ni era esquizofrénico. Según mi opinión desarrolló una
depresión existencial y eso no se puede tratar con el medicamento que le fue
recetado en esa época. Nick sabía que era un gran compositor, pero tenía una
personalidad frágil. En algún momento dirigió hacia dentro su decepción. Una
depresión existencial te dice que, hagas lo que hagas, la vida es una pérdida
de tiempo. Además de esto, para Nick fue humillante volver a vivir con mamá y
papá a los 24 años. Había hecho 3 discos extraordinarios. Hay que comprender su
tremenda decepción”
Hay una opinión del no encaje
artístico en su tiempo. Nick era extrañamente incompatible con su época.
Emanaban muchos mensajes políticos y con proyectos colectivos de liberación con
todos los cantantes. Puede seguro que sintonizara mucho más con la sociedad de
consumo del siglo XXI y su cultura de masas: nuestro tiempo, que pide a gritos
arte original y sincero desde el fondo de un montón de basura de música y
literatura indiferente.
Es como si Nick tocase música de
cámara en el centro de la revolución de los jóvenes. Era un hippie de otro
siglo.
Fama póstuma
Y la fama le llegó con retraso,
curiosamente 13 años después de su muerte, Joe Boyd publicó grabaciones
desconocidas de Nick que todavía guardaba en ese mágico cajón, y editó el álbum Time of No Replay (tiempo de no decir nada). Había encontrado 8
grabaciones descartadas del primer álbum. Y allí se gestó su actual
reconocimiento. Boyd ha trabajado con muchos músicos y letristas, pero sin
duda, Nick era su perla. Su lucha. Su espina. Su tristeza. Y puede que necesitara
intentar otra vez sacar a la luz esas grabaciones a modo honorifico.
La calidad de esos descartes era
suprema pero Nick las desechó porque no encajaban con la atmósfera exacta que
buscaba para su álbum de debut. Le parecieron demasiado inmaduras e imprecisas
al poeta de 21 años y las tiró a la basura, ni las rescató para sus dos álbumes
posteriores. El tiempo, por suerte, las salvaguardó, las evaluó y las ocultó
como un tesoro perdido.
Mucho después llegaron las
películas, las biografías, artículos y las versiones grabadas por los artistas
famosos del momento. Los críticos introdujeron a Nick Drake en la asociación de
iconos del rock jóvenes y muertos. Pero a diferencia de Jimi Hendrix, Sandy Denny,
Janis Joplin, Ian Curtis o Jeff Buckley, Nick murió siendo un perfecto
desconocido para sus contemporáneos.
No se convirtió al instante en una
parte de la comprensión de sí misma de una generación como Jim Morrison, porque
él nunca fue una parte de la historia mientras vivió.
Murió sintiéndose solo y triste.
Debe descansar en su destino único, bajo las estrellas y los planetas.
Padres
Me gustaría acabar este artículo
con un merecido guiño a sus padres y puede que a los muchos buenos padres que
luchan por sus hijos en general. Enfatizando el papel ejercido por Rodney y
Molly, quien fueron los que más sufrieron por supuesto. No es evolución natural
ver morir a los hijos, sino ver morir a
tus padres.
Para conocer a su padre explicaré
un dato, cuando Rodney murió en 1987 antes preparó un librito negro titulado “Para
Molly”. Escrito con letra pulcra y pequeña. El libro tenía varios capítulos:
“cómo pagar las facturas”, “cómo gestionar los impuestos”, “cómo colocar las
antenas”… dejó todo previsto para
que su mujer nunca tuviera que pensar en temas económicos ni logísticos tras su
muerte que ya calculaba. Ella escribía poesía y canciones, era una buena madre
y una esposa cariñosa. Rodney siempre potenció esa dualidad con su mujer y
dados sus recursos monetarios todo era más fácil, ya que la realidad es que con
dinero todo es más fácil, ya que tienes un problema menos principalmente.
Dicen que Molly llevaba consigo el
libro negro allá adonde fuera. En realidad logró una vez más sobrellevar la
pena de la viudedad, más o menos como cuando perdió a su niño. Cuidó del feudo
familiar “Far Lays” un año más y luego
se mudó a una casa más pequeña. Molly Drake murió en 1993, 6 años después de su
marido. Y al menos murió viendo en propia persona el auge en el reconocimiento
del artista que fue su hijo amado, al que vio muerto en la cama una mañana
cualquiera.
En el universo de Rodney,
ingeniero de profesión, los poetas estaban en la cúspide de la escala social.
Cuando Nick tuvo el primer ataque depresivo grave, Rodney finalmente convenció
a su hijo para que ingresara en el hospital. Después pagó las visitas a uno de
los mejores expertos en enfermedades depresivas. Cuando esto no resultó, optó
por la antipsiquiatria. Incluso se involucró en una asociación y participó como
miembro familiar. Pero Nick nunca apareció. Escribió varias cartas a los amigos
de Nick pidiendo soporte por si servía de algo. Hizo todo lo que pudo por
conocer las vueltas y revueltas de Nick. Su padre era el “acting” y su madre
era el “caring” para Nick.
Su madre Molly expresó en una
entrevista del 1979: “Solo importaba una
cosa cuando enfermó Nick ¿Cómo puedo llegar a él? No importaba nada más. No
salí de casa en 8 meses. No podía abandonarlo. No sé si sirvió de algo, pero yo
tenía la sensación de que se aferraba a nosotros como si fuéramos su única
esperanza, de que confiaba en que pudiéramos ayudarle. Pero la sensación era: hagas
lo que hagas, siempre acabas escogiendo la solución equivocada”
En su carta póstuma a su hermano titulada
“Querido Nick”, Gabrielle Drake escribe: “A lo mejor este era el dilema de
nuestros padres: educaron hijos lo suficientemente seguros de sí mismos como
para querer y necesitar volar del nido, y sin embargo, sin querer, crearon un
vínculo de amor tan fuerte que era imposible no sentirse culpable de
desprenderse de él. Imposible no ver el valor de lo que habían creado, por
mucho que quisieran ambos era imposible seguirnos en la nueva manera de pensar
que nos rodeaba por todas partes en aquella época”
Quizá la llave del arcón del
tesoro de las canciones de Nick esté en alguna parte de las piezas de piano de
su madre Molly y en las nanas que componía para sus hijos cuando eran pequeños.
O quizá en la sala de música de su casa donde el dueño de una guitarra acústica,
de 17 años, se citaba con J.S.Bach y el
blues negro, incluyendo William Blake y Charles Baudelaire.
De las canciones sobre y para Nick
merece mencionar la de su amigo John Martyn, “Solid Air” escrita en 1972, dos
años antes de su muerte y finalmente escogida como título de este articulo:
You´ve been
geeting to deep / has estado yendo demasiado al fondo
You ´ve been living on solid air / has estado viviendo
de aire sólido
You´ve been missing your sleep / has estado pasando
noches sin dormir
And you ´ve been moving through solid air / y has
estado moviendote por aire sólido
Por Tomarasp