Quizás por la decisión de mi querida prima Sandra de irse a Suecia de Erasmus llevo un tiempo rememorando dulces momentos de mi estancia allí, muchos de ellos relacionados con la música como viene siendo costumbre en mi vida. Y ahora me viene a la cabeza un domingo resacoso del 2003, justo en el inicio de la primavera con todo lo que ello conlleva en Suecia: la nieve se rinde por fin a la temperatura, el cielo que hasta ese momento parecía pintado de gris se empieza a girar azul, el sol no se puede decir que brille pero al menos se intuye allí a lo lejos, te das cuenta que los suecos aparte de tener boca la saben usar para hablar, y por fin nos empezamos a despojar de tanto ropaje. Aquel domingo se celebraba un festival de música en la residencia de estudiantes, y como no, decidí ir. Entre los grupos se encontraban unos desconocidos Shout Out Louds, que solo contaban por entonces con un Ep en el mercado si no me equivoco. Lo primero que me impacto cuando salieron al escenario fue el look del cantante Adam Olenius, un frontman con estilo, elegantemente desdeñado, lo segundo una teclista (Bebban Stenborg) mezcla entre Jean Seberg y un carácter de Tim Burton, una belleza etérea esquelética sueca de la que obviamente me enamoré de forma platónica. Ambas sensaciones se diluyeron cuando los primeros acordes sonaron. Aquel Ep, “100º”, era todo ritmo, pegadizo, impecable.
Siete años después me encuentro ante un grupo mucho más maduro y trabajado, con sonidos más limpios, con mayor riqueza musical, con un abanico de recursos más amplio, pero a costa de ello han perdido pegada. Su primer disco “Howl Howl Gaff Gaff” te entra directo al cuerpo desde el primer riff de guitarra, es una incitación al baile, al tarareo de estribillos pegadizos, un golpe sonoro directo a los pies. Así lo corrobora el concierto de ayer, en el que nos hicieron vibrar y saltar al público especialmente con sus dos temas del primer disco “The Comeback” y “Please, Please, Please”. Algo tiene la música sueca que con rotunda y continuada facilidad son capaces de encontrar el estribillo fácil y pegadizo, el ritmo perfecto, la melodía idónea para ser silbada, y es indiscutible que ABBA en esto han jugado un papel manifiesto.
En el segundo Lp consiguen un sonido más elaborado, con arreglos mejorados, y temas pop intachables entre los que ayer destacaron en directo “Your parents living room” en mi opinión su tema más completo musicalmente hablando, “Tonight I Have to Leave it” o un “Impossible” coreado por el público. Otro momento cumbre fue el descenso de Adam (nadie puede negar que es clavado a Jason Schwartzman) a la platea para cantar rodeado de la audiencia y bailar con el público.
Como era de esperar centraron el show en su último disco “Work”. Y el propio título parece querer explicarnos todo. Más trabajo, pero menos inspiración. Ahora son capaces de sonar mejor en directo, de conseguir giros hacia sonoridades distintas, cambiar los ritmos hacia susurros y tonalidades diversas, juguetear con instrumentos nuevos, y todo ello se agradece, y les hará mejor grupo de rock, pero a veces, los que estamos abajo solo necesitamos un poco de diversión. Anoche la tuvimos.
Shout Out Louds:
Adam Olenius- Voz, Guitarra
Ted Malmros- Bajo, percusiones
Carl Von Arbin- Guitarra
Eric Edman- Batería
Bebban Stenborg- Teclados, percusiones
Esta noche los veré en la sala Heineken de Madrid. Gracias por tu crónica! Espero que hoy también estén finos!
ResponderEliminarEn Madrid ayer estuvieron genial. Muy grandes !
ResponderEliminarSin duda un grupo de pop-rock, recuerdan en muchos momentos a unos The Cure con un poco mas de marcha.
ResponderEliminarEn Barcelona se nos hizo corto, 80 minutos tocaron mas o menos.