
El libro fue escrito a principios de los años 60,
siendo él pues, muy joven. Su madre consiguió que se publicara 20 años después en
1980, por aquel entonces ella tenía 79 años. En 1981 el libro consiguió el
premio Pulitzer. Anteriormente escribió a los 16 años La Biblia de Neón, su
otra obra.
Le negaron la publicación de su libro en vida en
la editorial Simon & Schuster, alegaron esos “visionarios” que no se trataba
de nada en concreto. Esa negación, sin embargo, sí fue de cobardes y de poca percepción creativa
y prospección comercial. Yo me he reído mucho con este libro. Y por eso este
homenaje a un personaje muy peculiar como es Ignatius. Un buen libro como
tantos otros.
Este artículo intenta no recoger ninguna opinión,
sólo un recopilatorio semiordenado de los aspectos más recalcables del
manuscrito según mi versión.
Hay tres bloques: Mi Ignatius, Clase media obrera
y Trabajo en Levi.
Bloque 1 Mi Ignatius
En este apartado trataremos de sumariar algunas de
sus frases míticas en estos 4 subgrupos: su Higiene, su Visión del mundo, su
Madre/mujeres, sus Patrones (entre paréntesis siempre estarán mis comentarios
para una mejor ubicación contextual en caso de necesidad, lo demás es copiado
del libro literalmente. Un plagio en toda regla)
Su Higiene
¡Huele a demonios aquí!
(habitación de Ignatius, aire rancio) – ¿Bueno, qué esperas Madre? El cuerpo
humano cuando está confinado emite ciertos aromas que tendemos a olvidar en
este tiempo de desodorantes y otras perversiones.
Queja contra Ignatius de
la Inspección de Higiene cuando fue vendedor de salchichas ambulantes y de
hecho había metido un gato dentro del cubo de las salchichas: “Mis hábitos íntimos están por encima
de cualquier reproche. No arrastro ninguna enfermedad social, no entiendo, por
tanto, qué podría transmitirles yo a sus salchichas que ellas no tuvieran ya.
Fíjese qué uñas” .
Su Visión del mundo
El universo se basa, por
supuesto, en el principio del círculo dentro
del círculo.
El orgullo es un Pecado
Mortal que creo que en general eludo.
La posesión de algo nuevo
o caro sólo reflejaba la falta de teología y geometría de una persona. Podía
proyectarse incluso dudas sobre el alma misma del sujeto.
Sus mujeres: Madre y Myrna Minkoff
Sobre Madre Ignatius:
Hasta mi madre, el agente
de mi destrucción, ha empezado a morder la mano que la alimenta (nunca Ignaitus
había llevado financiación en casa, al contrario, piensa que su presencia y
esencia le alimente per se).
La intemperancia
cataclismática de mi madre me ha arrojado al mundo con la mayor crueldad
(buscar trabajo tras el accidente de coche).
Mi Madre se relaciona
ahora con unos indeseables que intentan convertirla en una especie de atleta,
especímenes depravados de la humanidad que se dedican a jugar a los bolos y se
sumergen así en el olvido (cuando por fin su madre encuentra amigos y que sale
de casa a airearse y empieza a conocer a un buen hombre, Clyde).
Cuando le presiona a buscar
nuevo trabajo tras el despido en Levi´s: “¿voy a verme arrojado de nuevo al
abismo? ¿Es que no tienes caridad? Necesito una semana al menos en mi cama, con servicio, para recuperarme”
Sobre el nuevo novio de
su madre: “¿Piensas en serio que ese libertino
de Claude quiere casarse contigo? Te arrastrará de un motel apestoso a
otro. Acabarás en el suicidio.”
Sobre Myrna: Yo la fascinaba y la confundía al
mismo tiempo; era en suma, demasiado
para ella. En cierto modo, me convertí en otra especie de causa. Logré no
obstante, desbaratar todos sus intentos de asaltar la fortaleza de mi cuerpo y
mi inteligencia (miente como un bellaco).
Tu destino no es que
traten bien. Tú eres una masoquista innata. Si te trataran bien te confundirían
y te destruirían (esto sí puede ser cierto).
Sus Patronos/su Trabajo
Carezco, al parecer, de
alguna perversión especial que buscan los patronos de hoy.
Sobre un patrón: “Era un
hombre absolutamente desalmado. Luego hizo aquel comentario porque yo no
llevaba corbata y se burló de mi chaqueta de maderero. Me dejó atónito que una
persona tan insustancial se atreviera a hacerme semejante afrenta”.
Los patronos perciben que
yo rechazo sus valores. Me tienen miedo. Sospecho que se dan cuenta que me veo
obligado a actuar en un siglo que aborrezco.
Sobre un antiguo trabajo en
una biblioteca “dudo que me acepten de
nuevo. La verdad es que le dije unas palabras más bien mordaces a la encargada del
departamento. Hasta me retiraron el carnet de socio. Tienes que comprender el
miedo y el odio que inspira a la gente mi “weltanschaung”
(Dilthey 1914, Welt= "mundo", y anschauen =
"observar", cosmovisión en la complicada traducción castellana)
Llegamos a mí parecer a las dos historias que más
me llamaron la atención. En la primera nos hace un análisis sobre el concepto
de su propia ambición y el papel de la clase obrera tomando como ejemplo a la raza
negra en USA tras muchos años ya del abolicionismo (1870) Aquí me limito a copiar texto íntegro del
libro:
1 Clase
media obrera
Es la esclavitud de los
negros mecanizada; ejemplifica el progreso que ha hecho pasar al negro de
recoger algodón a cortarlos y coserlo. Si estuviesen aún en la etapa
recolectora de su evolución, al menos estarían en un entorno campestre
saludable cantando y comiendo sandías.
Pese a lo sometidos que
han estado, los negros son una geste bastante agradable en general. Yo había
tenido poca relación con ellos, en realidad sólo me relaciono con mis iguales,
y como no tengo iguales, no me relaciono con nadie. Descubrí que cobraban aún
menos que Trixie.
Siento afinidad con la
gente de color, porque su situación es igual a la mía: nos hallamos fuera del
círculo de la sociedad norteamericana. Mi exilio es voluntario, por supuesto. Es evidente, sin embargo, que muchos
negros desean convertirse en miembros activos de la clase media. He de admitir
que ese deseo suyo me lleva a poner en entredicho sus juicios de valor.
Admiro el terror que son
capaces de inspirar los negros en los corazones de algunos miembros del proletariado
blanco y sólo desearía, ésta es una confesión muy personal, poseer la misma capacidad de aterrar. El que
es negro aterra simplemente por serlo; yo, sin embargo, tengo que esforzarme un
poco para lograr el mismo fin.
Además, si fuera negro,
mi madre no me presionaría para que encontrara un trabajo bueno, pues no habría
ningún trabajo bueno a mi disposición. Ella y yo viviríamos muy agradablemente
en alguna choza mohosa de los suburbios, en un estado de paz sin ambiciones,
comprendiendo satisfechos que no se nos quería, y que luchar y esforzarse no
tenía sentido.
Jones pregunta a
Ignatius: ¿qué puede hacer un tipo de color para dejar de ser vagabundo o dejar
de trabajar por menos del salario mínimo? – Por favor, no puede hacerse usted
idea de la confusión en que se halla. Todos sus juicios de valor son erróneos.
Cuando llegue a la cima o donde pretenda
usted llegar, tendrá una crisis
nerviosa, o algo peor. ¿Sabe de algún negro que tenga úlcera? No, claro que no.
Viven contentos en sus cuchitriles. Agradezca a Fortuna no tener ningún padre
caucásico atosigándole. Lea a Boecio.
Boecio le demostrara que esforzarse y luchar es, en último término
absurdo. Que tenemos que aprender a aceptar.
Trabajo en LEVY
Carta suplantando a Levy Abelman (aquí Ignatius
suplanta al dueño de Levi´s tras una queja escrita de sus mayores clientes textiles,
sobre un pedido en concreto con un problema en los patrones de los pantalones
que no se ajustaban al pedido inicial. Entonces Ignatius que llevaba pocos días
en la histórica empresa familiar, lanza esta carta al presidente del cliente):
Los pantalones que les
enviamos era un medio de comprobar su espíritu de
iniciativa (una empresa mercantil más inteligente y más despierta sería capaz
de conseguir que los pantalones de pernera de 3 cuartos se convirtieran en
prototipo de la moda masculina. Es evidente que tienen ustedes unos programas
de publicidad y comercialización muy deficientes y son un
medio de poner a prueba su capacidad para cumplir con los requisitos básicos del distribuidor
de un producto de tanta calidad como el nuestro. (nuestros leales y diligentes
distribuidores pueden vender cualquier pantalón que lleve la etiqueta Levy, por
muy abominable que sea de hechura y diseño. Al parecer, son ustedes gente sin fe. No queremos que nos molesten en
el futuro con quejas tan insulsas. Por favor, limiten su correspondencia
exclusivamente a pedidos. Somos una organización activa y dinámica, y sus
vejámenes e insolencias sólo podría obstaculizar nuestra misión. Si vuelve
usted a molestarnos, señor, sentirá el morder del látigo en sus hombros
repugnantes.
Coléricamente suyo, Gus Levy, Presidente.
Para terminar con el tema
de la empresa Levi, Ignatius dijo esto del matrimonio del Sr. Levi y su señora:
Su mujer le dijo al Sr.
Levi: “Has hecho que todo resulte tan vulgar, yo incluida”
Para terminar, un reconocimiento a la traducción
del libro, tarea nada fácil. Aquí una muestra del vocabulario utilizado que
encuentro interesante por la razón que sea y además también un pequeño apartado de
algunos nombres propios que nunca aparecen por azar. Mi siguiente paso será
leerlo en su idioma original. En esta o en otra vida.
Vocablos: casandrescamente / espíritu extraño /congénitamente incapaz/los
inconvenientes del lugar/ penetrante diario/bebedor inveterado/especia de pátina/reacción casi
pavloviana (música blues diaria fabrica)/Scarlatti/tenedor herrumbroso/
adenoides/ solícitamente/mis tarsos/mi tomante/fatuidad/tunanta de mi madre/mi
némesis pubescente /Manos de vinatera! Mujer
disoluta/ Cállate, zarrapastrosa / tarambanas/ mi senectud.
Nombres propios: Numismática Venus/funesto farsante llamado Mark Twain (apología río
Mississippi)/Jospeh Conrad / Kurtz “el corazón de las tinieblas” Rosvita de
Gandersheim/ Schiller (dramaturgo alemán, 1805, filósofo, absolutismo hacia burguesía/Boeciosería
central para la Escolástica, entre id quod est (todo el ente) y quo
est o esse (aquello que hace que el ente sea).
Adison “la naturaleza hace a veces un tonto; pero
un fanfarrón siempre es obra del hombre”.
Por Tomarasp.