lunes, 27 de febrero de 2012

Shame (Steve McQueen, 2011)

El descenso a los infiernos desde un falso edén.



     Primera escena, plano picado sobre un cuerpo casi perfecto envuelto en sábanas, desnudez andando sobre un piso circular, siguiendo una rutina: cocina-agua-ducha-portátil, una banda sonora envolvente. Una perfecta presentación de un personaje, de un cuerpo sin verbo vagando en una rutina aparentemente perfecta. Este es Brandon y su piso, su hábitat. Un apartamento neoyorkino de esencia capitalista, minimalista, higiénico y casi podríamos decir aséptico donde todo sigue un orden y crea una falsa imagen de estabilidad. Esta primera escena, plano secuencia es una delicia, y establece lo que va a ser el film en adelante.

     Brandon es un hombre de cuerpo apolíneo, de canon griego de belleza, moderno, de mirada seductora. Una víctima de la sociedad actual, un triunfador empujado a la soledad, al encerramiento en un cuerpo-prisión insaciable de deseo. Un hedonista con una doble vida, insensible al sentimiento, totalmente vacío e inerte. Fassbender demuestra una vez más que es el actor de moda en Hollywood y nos regala aquí una perfecta interpretación. Una más en la línea del mínimo gesto, de la introspección en la búsqueda de la personalidad del protagonista. Apenas sabemos algo más que el nombre y líneas generales de su trabajo, pero todo lo que obviamos se suple con un conocimiento de las adicciones y vacios emocionales de Brandon. Michael está perfecto en la construcción de un personaje centrado en su vida sexual, y no nos olvidemos que viene de interpretar en su última película a Carl Gustav Jung, el teórico-filósofo por excelencia de la libido.

     Junto a él una Carey Mulligan en estado de gracia tras su excelente papel en Drive. Y es la aparición de ella, como hermana problemática la que extrae a Brandon de su rutina metódica, de su falso edén y éxito ficticio y le trae conflictos que de buena gana deseaba haber dejado anclados en el pasado. Una relación explosiva en la que se intuye un pasado más que traumático de dos caracteres chocantes y atrayentes, necesarios en uno para el otro, y mortales a la vez. Sissy dependiente, sin autoestima y con tendencia al suicidio, él autosuficiente, adicto, obsesivo, ególatra.

     Una interpretación única y muy distinta de New York, New York por parte de su hermana le hace salir de su reino a Brandon, una variación de algo natural, de un tema muy escuchado pero que en este cambio de registro le sorprende y le hace sacar una lágrima. Quizás la mejor escena de la película junto a la inicial, una lástima que sea sucedida de una lamentable y fuera de lugar como el flirteo entre su jefe y hermana. ¿Alguien se cree esta escena?

     La película es una constante pelea cuerpo versus verbo. El director huye del verbo centrándose en el cuerpo, ganador en la batalla de la modernidad, esclavos de él como somos gana todas las batallas en la película. La mejor muestra es el plano donde aunque el verbo está presente y toma protagonismo existe una despersonalización total del discurso ya que solo vemos sus nucas, ni siquiera sus caras, abstracción del discurso y alienación en nuestras vidas.

     Para Steve McQueen (Londres, 1969), cineasta y video artista, Shame es su segundo largometraje tras el controvertido Hunger (2008, por cierto, no estrenada en España). Realiza una disección casi quirúrgica de la adicción, de la voluntariedad de la elección obsesiva, de la alienación social en la que vivimos, de la esclavitud de un cuerpo insaciable, sin alma. Una crítica razonable del hedonismo desbocado, de la incapacidad de mostrar afectividad. Nos ofrece un protagonista del exceso, de la perversión, exhausto ante el placer, sin oportunidad casi del goce, y lo interesante es que lo hace desde un minimalismo y una puesta en escena exigua. Lo mínimo para transmitir lo máximo.

     Heredero del cine de Abel Ferrara y Paul Schrader, excelente discípulo en la creación del infierno dantesco de una ciudad absorbente, de su nocturnidad y bajos fondos. Alumno de Cronenberg en el análisis de las adicciones, del sexo y la perversión y de Kim Ki-duk en la comprensión del vacío emocional y la soledad. Pero si hay una película reciente ante la cual establecemos conexiones rápidamente, esa es Drive en la violencia contenida y por la despersonalización del individuo victima de la sociedad pero con un deseo de querer volver a sentir, de volver a ser humano tras una situación extrema.

     Sin embargo, aunque el metraje sea corto el film se hace largo por momentos, produce hastío y aburrimiento en tramos de la película donde se abusa de la repetitividad. Aunque es una delicia en la estética, alarga planos secuencia hasta la extenuación del espectador. Y en ocasiones se muestra demasiado obvio y explicito.

     Esta fue la historia de un personaje que como dice el verso del tema central “quiere despertar en una ciudad que nunca duerme”.

Por Ardemo.



martes, 21 de febrero de 2012

Con un café de por medio:

Manuel Moreno Sánchez

 
    
     Iniciamos esta sección de entrevistas en Acabando con la Cultura con Manuel Moreno Sánchez (Madrid, 1984), músico, casi se podría decir mercenario de la música, unos de esos instrumentistas que ayudan a unos y otros grupos a elaborar discos con lo que después disfrutamos todos, que van de estudio en estudio grabando con bandas de gran nivel.

     Nos citamos a la entrada de la Sala Apolo, que mejor ocasión para entrevistar a un músico que antes de un buen concierto como el que presumíamos de Nada Surf, un grupo mítico para los de nuestra edad. Y con un café de por medio nos cuenta que estudió música desde los cuatro hasta los veintidós años, que su idea era aprender a tocar la viola, pero que a cierta edad era imposible por cuestiones meramente físicas, de altura y fuerza, así que empieza con el violín para después pasarse a la viola. Sin embargo, a pesar de su amor por la música clásica y después de deambular por varias orquestas pronto intuye la necesidad de interpretar piezas modernas, de pop y rock, “el círculo de la música clásica es demasiado cerrado y existen demasiados favoritismos como para poder vivir de ello decentemente”. De esto como es obvio hablamos mucho, de la situación del negocio musical, de cómo vivir de ello. Y Manu expresa su postura sin dudar, “siempre ha habido este problema, desde los trovadores. Hay que aceptar que los que hacemos música en gran medida no viviremos de ello, y que lo hacemos por amor al arte, pero casi siempre con la necesidad de un trabajo principal que nos sustente”. Aunque no deja de mostrarse apesadumbrado por esta situación, “hay gente buenísima (no vamos a decir nombres) que se ven obligados a abdicar, gente con mucho talento, pero que quizás no llega a un público tan generalista, que no tiene un target tan amplio como han sabido encontrar Vetusta Morla o Russian Red”.

     Manu el año pasado grabó alrededor de dieciséis discos como instrumentista (violista) con gente tan importante como Micah P. Hinson, “tocas con uno, le gusta como suenas, te recomienda a otro… si en Facebook la distancia suele ser de seis grados de amistad como mucho, en el círculo de músicos no es de más de dos grados. Si eres profesional y te lo curras te van saliendo grabaciones”. Pero su lado creativo se centra más en dos bandas: Autumn Comets y Litoral. Con los primeros editó un disco que nos encantó y pudimos disfrutar en directo en el Palau de la Música como teloneros de Standstill y ahora se disponen a grabar el segundo largo que esperamos y confiamos sea de igual nivel, “con Autumn tengo que decir que aunque nuestro directo es muy potente y estamos orgullosos de como sonamos el disco no fue grabado en las mejores condiciones y no estamos tan contentos con él como con las actuaciones. Pero también es verdad que será muy difícil que lleguemos a mucho público. No nos engañemos, un grupo así, oscuro, con ruido y tal, es difícil que triunfe con las masas”.

     Con Litoral acaba de sacar un álbum que es una delicia, con una riqueza musical llena de detalles y unos arreglos perfectos y que ha generado unanimidad en críticas, “estamos muy contentos con el disco, pero hasta ahora no nos salen muchos ´bolos´. Lo hemos sacado en un momento delicado, justo al final del año y por ello no hemos entrado en muchas listas del año. Parece que si no estás en estas listas… no eres nadie. También es verdad que entramos en un segmento amplio e interesante que es la música interpretada en catalán”.

Acabando: ¿Terminareis Autumn Comets cantando en castellano como ya han hecho otros grupos españoles? Love of Lesbian, Standstill, Deluxe todos parecen sentirse más cómodos con el castellano, y han llegado a su cima en este idioma.

Manu: No lo creo. Nuestros dos vocalistas principales son anglófonos, y se sienten tan cómodos o más con el inglés. No creo que sea un problema para nosotros en cuestión de la creatividad. Quizás si lo sea a la hora de conectar con el público.

Acabando: ¿Fuera de la música cuáles son tus inspiraciones culturales?

Manu: Lo que realmente me inspira es la escultura, es el arte que más admiro y el que más me llega. Estudie escultura una temporada, pero lo tuve que dejar, no hay tiempo para todo, y hay que saber aceptar donde tienes talento y donde no. En literatura tiendo a leer para evadirme, ya estamos suficientemente jodidos como para leer algo que me haga sentir mal, me centro más en libros fantásticos rollo Juego de Tronos, Señor de los Anillos, etc. O en autores como I. Asimov. Igual me pasa con el cine, prefiero evadirme. Para inspirarme o despertar mi melancolía o creatividad ya tengo la música.

A: Padres y después amigos en la juventud son las grandes fuentes del nacimiento al amor a la música. Supongo que no empiezas violín a los cuatro y tu hermano también por iniciativa propia... ¿sonaba mucha música en casa cuando erais pequeños? ¿Qué música puedes decir que ha influido más en ti desde que eras pequeño?

M: Bueno, mis padres no se dedican a la música pero claro que influyeron en mis inicios. La música clásica ha sido mi mayor influencia desde el inicio, mi formación. Después es innegable que Los Planetas han sido el grupo más influyente en mí, al igual que en el panorama musical independiente en España. Y también el post-rock de grupos como Explosions in the Sky es una corriente que he machacado mucho.

A: ¿Qué discos en concreto te han marcado?

M: Igual que a vosotros en Acabando, “Micah P. Hinson And the Gospel Progress” supuso algo importante. Es un discazo y para mí fue un honor colaborar después con él en “And the pioneer Saboteurs”. También me cambió “Agaetis Byrjun”, considero que es un punto de inflexión en lo que se venía haciendo en el panorama musical. Es el disco que yo aspiraría a hacer en mis mejores sueños como creador.

A: Dos grandes discos… y grandes personajes.

M: Bueno, hay mucha verdad en la figura de Micah pero también algo de creación o exaltación del personaje, como es obvio. Sobre Sigur Ros, después de haber realizado una mini gira por Islandia te das cuenta la gran riqueza musical de ese país. España es un país de creadores, de artistas, sin embargo creo que el nivel cultural del gran público está en gran parte por debajo de lo que se crea aquí, ya desde el siglo XV.

Se nos pasa el tiempo volando y nos queda la sensación de que la charla podría ser mucho más larga, de hecho sabemos que lo será, pues Manu se viene a vivir a Barcelona y estamos seguros de que nos seguiremos viendo en algún concierto que otro, pero el que hoy veníamos a asistir está a punto de empezar. Nos espera el rock casi californiano de los neoyorkinos Nada Surf.

por Ardemo.

Fotografia: Lisha Riabinina.

Litoral – Incidents Melòdics del Món Irracional
Autumn Comets – A Perfect Trampoline Jump

viernes, 17 de febrero de 2012

Historia del pop/rock: 1965-69 a través de 10 discos (3ª parte)

Y por fín llegamos al pódium final, los tres “mejores” álbumes de este maravilloso lustro en el cúal la juventud tomó las riendas de su futuro, tres discos históricos, maravillosos y colosales, tres discos que dentro de otros cincuenta años seguiremos deseando escuchar una y otra vez.

3º Pet Sounds (The Beach Boys): si hubo un grupo al otro lado del Atlántico que rivalizó con los adorados Beatles ese no fue otro que los Beach Boys, y si así fue se debió principalmente a su obra magna “Pet Sounds” (1966). El grupo llevaba años copando las listas de éxitos con sus diferentes trabajos con un pop surfero facilón y comercial, entonces apareció este álbum que todo lo cambió, su éxito comercial inicial fue modesto pero la crítica y la historia lo alzaron como uno de los mejores discos jamás publicados.

El genio creativo de todo ello era Brian Wilson, relegando a sus hermanos y demás componentes del grupo, entre ellos un primo, a un papel de meras comparsas. Brian Wilson quedó profundamente impresionado por el “Rubber Soul” (1965) de los Beatles por su cambio de estilo y su alejamiento de las formas más simples del pasado, ello le sirvió de estimulo y de acicate para crear el “Pet Sounds”. Se encerró durante meses en el estudio de grabación con la única ayuda de un publicista que contrató para que le ayudara con las letras (Tony Asher) y se puso a trabajar en todos los temas de su obra maestra. El cambio de estilo fue radical y desconcertó tanto a público como al resto de la banda, ya no había más chicas, playas y coches, habían dado paso a una introspección dramática y decadente debido claramente a las experiencias de Wilson con el LSD.

Brian Wilson escribió, arregló y produjo todo el disco, llegando a unas cotas de perfeccionamiento nunca antes visto, cuando el resto del grupo llegó al estudio él ya tenía partituras para cada uno de ellos, y su trabajo con las armonías vocales (excelsas en todo el disco) llegó a desesperar al resto de miembros de los Beach Boys ya que hacía repetir infinidad de veces las tomas hasta conseguir el sonido y tonos perfectos. Llegó a contratar a cuarenta músicos profesionales para que lograran el resultado sónico pretendido en cada momento. Todo ello mereció la pena porque regaló a la humanidad una obra imperecedera. Un disco que crece a medida que el oyente se detiene a escuchar todos los matices que viven en su interior: multitud de instrumentos, perfectas armonías vocales y grandiosas melodías.

El disco se abre con el genial tema: “Wouldn´t it be nice”, una de las mejores canciones jamás compuesta por Wilson, una espléndida presentación del “Pet Sounds”, una canción con fuerza y juegos de voces sensacionales y una melodía memorable.

El disco está lleno de canciones melancólicas con delicadas instrumentaciones como “You still believe in me”, “Don´t talk (Put your head on my shoulder)” o “I´m waiting for the day”. En el disco no hay temas de relleno y así lo demuestran cortes como “I know there´s an answer”, “Here today” o “Caroline No”, pero donde el talento de Brian Wilson explota definitivamente es en “God only knows”, una de las mejores canciones jamás escritas, cualquier definición sería una burla ante esta perfecta composición. Brian Wilson empezaría a tener problemas mentales y se obsesionaría con la búsqueda del disco perfecto, sin saber que ya lo había logrado. Gracias Brian.






2º Tommy (The Who): liderados por el carismático guitarrista de la banda (Pete Townshend), este grupo británico había ido evolucionando desde el rock mod al álbum conceptual, y desde este último a la ópera rock. Townshend necesitaba más y más espacio para desarrollar todo su talento como compositor y todo se le quedaba pequeño. Con “Tommy” (1969) daba rienda suelta a toda su inspiración y daba a luz a su proyecto más ambicioso y monumental. Esta predilección por la desmesura suponía un anticipo de lo que iba a ser la siguiente década donde iban a proliferar las óperas rock así como los temas largos procedentes del rock progresivo o sinfónico.

“Tommy” narra la historia de un niño en el cuál Townshend refleja su cara más oculta. Siguiendo el más puro desarrollo de una ópera, el disco expone la evolución del personaje mediante un sin fin de canciones, muchas de ellas magistrales. El disco empieza con una obertura instrumental como las óperas clásicas, algo que se repite a mitad del disco con su “Underture” de más de 10 minutos. Durante el apabullante álbum hay fraseos musicales que van y vienen dando uniformidad y coherencia al concepto del disco, piezas instrumentales una vez más y una lista innumerable de hits que hacen de este disco una auténtica joya.

“Christmas” es un temazo que tendría cabida en cualquier disco así como “The acid queen”, “Pinball wizard”, “Go to the mirror” o “We´re not gonna take it”, todos ellos genialmente entrelazados por piezas puentes o extraordinarias canciones de breve duración.

Sin duda alguna una de las mejores óperas rock jamás escrita y uno de los discos con un lugar reservado en el olimpo de la música rock.






1º Blonde on Blonde (Bob Dylan). Empezó a darse a conocer a principios de década y se erigió como el rey absoluto del folk estadounidense, con él creció la lírica hasta extremos jamás vistos anteriormente, su guitarra acústica se convirtió en bandera de las reivindicaciones sociales americanas. A mediados de los 60 provocó un cataclismo de proporciones antológicas al electrificar su música, influenciado por los discos de los Beatles, algo que le valió las más desaforadas críticas aunque de esa época sean sus mejores discos o la mítica “Like a rolling stone”, para muchos la mejor canción jamás escrita. Y en esas estábamos cuando Dylan volvió a dar un giro más de tuerca al universo musical grabando el primer disco doble de rock de la historia. “Blonde on Blonde” (1966), 71 minutos y 14 canciones de exuberancia poética, de surrealismo lírico, de blues,folk y rock apabullante.

El álbum se abre con la circense “Rainy day women 12 & 35”, un retrato irónico de la sociedad del momento y los poderes reinantes. A este contundente comienzo le sigue un blues de raíces auténticas donde Dylan observa: "Well, the room is so stuffy/I can hardly breathe/Ev´rybody´s gone but me and you/And I can´t be the last to leave/I´m pledging my time to you/Hopin´ you´ll come through,too". Magnífico blues que tendrá su alma gemela un poco más adelante con “Leopard-skin pill-box hat”. Antes de llegar a ese punto del disco tenemos la gloriosa “Visions of Johanna” donde Dylan escribe una canción de amor bajo un prisma de lo más original ya que Bob nos relata y describe a su chica Louise desde todos los ángulos posibles y nos suelta en el estribillo que la protagonista no es ella sino esa otra gran desconocida de la que no sabemos nada más que su nombre: Johanna.

Así llegamos a la arrebatadora “One of us must know (Sooner or later)” una crónica de desencanto marital con un adictivo estribillo y unos redobles de batería no menos adictivos. El rock más comercial llega de la mano de “I want you”, una de sus canciones más sencillas y más buenas definitivamente.

Y tras este despliegue de registros coronado con infinidad de versos llegamos a las que podrían calificarse las dos mejores canciones del álbum doble: “Stuck inside of Mobile with the Memphis blues again” y “Just like a woman”. “Stuck inside…” es una canción épica de más de 7 minutos donde Dylan en sus 100 versos (muy de Dylan, las letras interminables) saca a la palestra en un genial ejercicio surrealista a los más variopintos personajes: el encolerizado abuelo, un seductor Shakespeare, el corrupto senador o el extraño Ruthie de la octava estrofa. Por su parte “Just like a woman” es una deslumbrante balada country/rock donde Bob Dylan traza una bella venganza a una mujer imaginaria: “She takes just like a woman, yes, she does/ She makes love just like a woman, yes , she does/And she aches just like a woman/But she does breaks just like a little girl”.

“Most likely you go your way (and I´ll go mine)” es una animada y despechada canción de amor, “Temporary like Achiles” es otro desesperanzador blues. “Absolutely sweet Mary” nos devuelve el buen pop de “I want you” y en “Fourth time around” nos encontramos con un folk marca de la casa.

Para cerrar esta obra magna tenemos "Obviously five believers", un blues pasado por un ritmo muy a lo “Subterranean homesick blues” y otro de los platos fuertes del disco: “Sad-eyed lady of the Lowlands”. Si su anterior disco “Highway 61 Revisited” lo había cerrado con la eterna “Desolation Row” de más de 11 minutos, esta vez repetía jugada y daba carpetazo al disco con una tiernísima balada inspirada en su primera mujer que también se alargaba hasta los 11 minutos, un enternecedor poema que por muy largo que sea le pedirías que siguiera durante todo el día.

Bob Dylan y uno de sus mejores álbumes sin lugar a dudas, Dylan y su explosión de versos riquísimos en matices, múltiples detalles, multitud de metáforas y un sin fin de situaciones y personajes. Irrepetible.

Por Caarte.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Historia del pop/rock: 1965-69 a través de 10 discos (2ª parte)

Seguimos repasando la segunda mitad de los años 60 a través de sus mejores trabajos largos:

7º The Doors (The Doors). Surgidos en plena fiebre psicodélica y lisérgica, The Doors, liderados por el carismático Jim Morrison tomaron un camino inexplorado, una ruta sin huellas: un blues/rock de tintes tenebrosos e intelectuales. Los trabajos de este grupo californiano se asientan en los toques jazzísticos de Ray Manzarek (teclados) y John Densmore (batería), la excelente técnica de Robbie Krieger (guitarra) y los particulares y personalísimos poemas de Morrison, aunque lo que les convirtió en portadas de numerosos medios fueron también la actitud provocadora y el comportamiento rebelde y transgresor de su líder.

El disco tiene un comienzo glorioso con tres temazos donde el grupo muestra sus variados registros: “Break on trough” es una llamada a la acción para toda una generación, una proposición a huir del mundo real y trasladarse al mundo de las ideas y las drogas; “Soul kitchen” es un medio tiempo marca de la casa, el órgano de Manzarek y la guitarra de Krieger envuelven los versos nocturnos de Morrison; y “The cristal ship” muestra a los Doors más delicados y sentimentales, definitivamente uno de sus mejores temas lentos.

El disco continúa con versiones como “Alabama song” y “Back door man” o hits pop como “I looked at you” o “Take it as it comes” pero si este álbum de debut es recordado por algo es por sus dos principales temas: “Light my fire” y “The end”. “Light my fire” es su single más exitoso, una excelente melodía, unos versos muy Morrison y un largo desarrollo instrumental jazzísticos en medio del tema liderado primero por el teclado y después por la guitarra que alargan la canción a los 7 minutos. “The end” en cambio es lo menos comercial que jamás crearon los Doors, un tema de más de 11 minutos donde la batería, el órgano y la guitarra a modo de improvisación dan forma a la atmósfera propicia donde Morrison declama un extensísimo poema apocalíptico de carácter edípico, una verdadera composición épica donde encontramos al Jim Morrison más auténtico.




6º Beggars Banquet (The Rolling Stones): los Stones, tras una primera época de excelente rhythm and blues y rock & roll clásico habían pasado unos años un poco desconcertantes, tanto personalmente (problemas de Jagger y Richards con los juzgados a causa de las drogas) como musicalmente, su álbum de etapa psicodélica “Their Satanic Majesties Request” era muy forzado y disperso aunque tuviera una obra maestra como “She is a rainbow”. Tras este desconcertante paréntesis volvieron con la lección bien aprendida y nos regalaron este discazo lleno de rock, rythm and blues, country y actitud Stone, ellos eran los malos de la película, representaban el rock más salvaje y golfo, los riffs más calientes y gamberros,ellos eran los rolling stones o balas perdidas y querían volver a demostrarlo.

Con este lp se inicia la que para mí es la época dorada de los Stones,1968-1972 con 4 discos indispensables: “Beggars Banquet” (1968), “Let It Bleed” (1969), “Sticky Fingers” (1971) y “Exile On Main Street” (1972).

Como anticipo del álbum el grupo había sacado un primer single que arrasaría con todo:”Jumpin´ Jack Flash”, su riff inicial es leyenda del rock, los Stones nunca habían sonado tan duros, definitivamente habían vuelto por la puerta grande.

El disco se abre con la satánica y envolvente “Sympathy for the devil”, una polémica letra, un ritmo caribeño y Richards en estado puro y ya teníamos otro momento cumbre en la carrera de los Rolling Stones.

El toque country es muy evidente en el disco, así lo corroboran temas como “Dear doctor”, “Prodigal son” o “Factory girl”. “No expectations” es una balada acústica de primer nivel y el disco se cierra con una emotiva y entrañable “Salt of the Earth”. En medio del disco otro rock stoniano de toda la vida: “Street fighting man”, revueltas en la calle, riffs de guitarra geniales y Jagger dándolo todo en el escenario, puros Rolling Stones.





5º Something Else By The Kinks (The Kinks): este grupo inglés liderado por los hermanos Davies, Ray principalmente, era el tercer grupo en discordia en la tan nombrada invasión británica de mediados de los 60 a los Estados Unidos. La música de los Kinks se caracterizaba primordialmente por la asombrosa capacidad de Ray Davies para componer fantásticas melodías, solo al alcance de los Beatles. La temática a la que más recurrían eran las costumbres inglesas, reflejar los paisajes sociales más arraigados en las islas, sus comportamientos más comunes, y este disco en ese aspecto es un claro ejemplo de ello aunque sería en su siguiente disco “The Kinks Are The Village Green Preservation Society” (1968) donde este paisaje costumbrista alcanzaría su cenit. También podríamos haber elegido su ópera rock del 1969 “Arthur-Or The Decline And Fall Of British Empire”, otro formidable álbum como todos los del grupo en esta su época dorada pero al final nos hemos declinado por “Something Else By The Kinks” y lo hemos hecho por una sencilla razón, por su gran número de magníficas canciones, el trabajo es una excelente colección de temazos de un Ray Davies en plena forma.

Destacar algunas canciones por encima del resto sería una gran injusticia ya que lo mayoría son notables, sean estas delicadas piezas maestras como “Waterloo sunset”, “Two sisters”, “Lazy old sun” y “Afternoon tea” o juguetonas viñetas rockeras como “David Watts”, “Death of a clown”, “Harry Rag” y “Love me till the sun shines”.

Un disco indispensable que si en su día no fue un exitazo comercial como otros de sus discos fue debido a que le pilló en pleno nacimiento de la efervescencia psicodélica que encabezara el “Sgt. Peppers…” de los Beatles resultando el disco de los Kinks un poco desfasado.




4º The White Album (The Beatles): los de Liverpool llevaban varios años convirtiendo en oro todo lo que tocaban, editaban álbumes geniales sin parar: los eléctricos “Rubber Soul” (1965) o “Revolver” (1966), el psicodélico y referencial “Sgt. Pepper`s Lonely Hearts Club Band” (1967), la maravillosa colección de hits de “Magical Mistery Tour” (1967) y también los póstumos a la par que magistrales “Abbey Road” (1969) y “Let It Be” (1970). Cada fan de los Beatles tienen su favorito siendo “The White Album” uno de los que más unanimidad concentra entre la crítica.

En ese año de 1968 los Beatles ya no eran un grupo como antaño, las fricciones personales eras constantes y el espíritu de equipo se había esfumado dando paso a una colección de individualidades. Ello se hace patente en el disco de una manera aplastante ya que cada beatle por separado fue aportando composiciones propias, lo curioso de esto es que el resultado final no se vio afectado como cabría esperar, sino que acabó cristalizando en un fabuloso, épico y legendario disco doble de nada más y nada menos que 30 canciones.

Paul McCartney nos regala una rica variedad de estilos en sus canciones, las baladas que siempre fueron su especialidad están representadas en temas como “I will”, “Mother nature´s son”, “Blackbird”, “Rocky Raccoon”, “Martha my dear” o “Wild honey pie”, el rock duro corre por cuenta de “Helter skelter” o “Back in the U.S.S.R” mientras que el pop facilón y pegadizo es cosa de “Ob-la-di, Ob-la-da”.

George Harrison cada año gozaba de más protagonismo en el grupo y cada vez conseguía colar mas temas con su firma en los álbumes de los Beatles, en esta ocasión cuatro fueron sus composiciones destacando sobremanera “Piggies” y sobre todo “While my guitar gently sweeps” donde Harrison invitó a su gran amigo Eric Clapton a colaborar con su maestría a las seis cuerdas.

Por su parte John Lennon se muestra repleto de talento, su genialidad no tenía límites y sus creaciones siempre fueron muy particulares y únicas, su estilo no era tan ortodoxo o clásico como el de McCartney, lo suyo era distinto a todo y en este “The White Album” volvía a demostrarlo una vez más. La cada vez más frecuente guitarra desgarrada de Lennon aparecía en “Yer blues” al más puro estilo “Revolution ”, su talento superior se apreciaba en “Everybody´s got something to hide except me and my monkey”, “Glass onion” o “Happiness is a warm gun” mientras que su lado más sensible aparecía en “Dear prudence”, “Sexy sadie” o “Cry baby cry”.

Un grupo lleno de problemas y de magníficas composiciones, un álbum mítico, la exuberancia creadora hecha disco.
Por Caarte.

sábado, 11 de febrero de 2012

Historia del pop/rock:1965-69 a través de 10 discos (1ª parte)

En Acabando con la Cultura nos gusta mucho hacer repaso de épocas pasadas así como las listas, siempre subjetivas, por ello nos lanzamos a hacer repaso de la historia del pop/rock a través de sus álbumes y artistas más significativos.

El lustro que nos ocupa a continuación es aquel que va desde 1965 a 1969, un periodo apasionante musicalmente hablando, cinco años donde se afianzó definitivamente los sonidos surgidos en los periodos justamente predecesores. El pop/rock de grupos que estaba cambiando la juventud a ambos lados del Atlántico explotó definitivamente y ya nada sería igual, atrás quedaban el rock & roll y el rhythm and blues originales para dar nacimiento a un pop/rock mucho menos encorsetado del cuál surgirían multitud de ramas. Veníamos de los primeros discos de Dylan, Beatles y Stones y en estos cinco años acabaríamos oyendo country-rock con grupos como Credence Clearwater Revival, The Band, The Flying Burrito Brothers o Crosby, Still, Nash and Young; rock psicodélico surgido a rebufo del verano del amor californiano como The Mamas and the Papas, Jefferson Airplane, The Grafetul Dead; canción de autor, ya fuera desde un punto de vista reivindicativo o intimista como Bob Dylan, Joan Baez, Joni Mitchell o Leonard Cohen; las más grandes leyendas de la guitarra sacaban sus primeros trabajos: Jimi Hendrix, Eric Clapton, Jimmy Page o Jeff Beck; pero sobre todo este periodo es territorio beatle, el grupo más grande jamás nacido daba lo mejor de sí en estos años y lanzaba al mercado año tras año discos que pasarían a la posteridad y ante los cuales la elección se hace prácticamente imposible.

Estos son pues los diez discos que, ante nuestros particulares gustos, trascendencia e influencia histórica y calidad contrastada, mejor representan está magnifica etapa en la historia de la música.

10º Fifth Dimension (The Byrds). No podíamos dejar a The Byrds sin su cuota de protagonismo en esta lista, ellos fueron la respuesta norteamericana a la invasión británica encabezada por Beatles, Stones y Kinks. En este periodo de tiempo sacaron numerosos lp´s pasando del pop británico imperante de la época al country-rock pasando por la época psicodélica. Su disco más éxitoso fue su primer trabajo “Mr. Tambourine Man” (1965) que les proporcionó su primer número 1 en las lista de singles versionando el famoso tema de Dylan, luego vinieron “Turn! Turn! Turn!” (1965), “Younger Than Yesterday” (1967), “The Notorius Byrd Brothers” (1968) o el definitivamente country “Sweetheart of te Rodeo “ (1968), pero nosotros nos quedamos con su disco de 1966 “Fifth Dimension”, aquí su principal líder Gene Clark les había abandonado por lo que tuvieron que coger las riendas, en cuanto a la composición, de manera definitiva sus otros dos escritores: Roger McGuinn y David Crosby nada más y nada menos.

La Rickenbacker de 12 cuerdas de Mcguinn sigue siendo el sello distintivo del grupo, así como sus voces al unísono, pero en este espectacular trabajo entran en escena los toques futuristas y la psicodelia que empezaba a emerger. En definitiva un discazo que todo el mundo debe conocer donde permanecen inmutables al paso del tiempo genialidades como las baladas “I come and stand at every door” y “Wild mountain thyme”, la hermosa “I see you”, la notable “Mr. Spaceman” de toque country o la archiconocida “Eight miles high”.

9º The Velvet Underground and Nico (The Velvet Underground). En los años 1966-67 todo era colorido, amor libre, optimismo vital, ganas de cambiar el mundo y su epicentro era la costa oeste, California, su capital: Los Angeles. Como contrapunto a esto surgió en la costa este, en Nueva York, The Velvet Underground, un grupo siniestro, tenebroso, pesimista y caótico, representaban la vanguardia más absoluta, incluso excesiva ya que no consiguieron ser un grupo con éxito comercial aunque sí de mucha influencia en generaciones venideras.

Liderados por John Cale y sobre todo Lou Reed, el repertorio del grupo estaba lleno de distorsiones, noise y letras duras y provocativas, representaban la contracultura al hipismo imperante en aquellos tiempos. Con estas credenciales no les era fácil salir adelante y llegar a tener cierta repercusión, eran demasiado raros y atrevidos como para poder firmar por una discográfica o editar un lp, todo ello cambió cuando el más famoso artista vanguardista del momento los vio y se encaprichó de ellos, era Andy Warhol y los fichó para su Factory, aunque eso sí, como líder del proyecto puso alguna condiciones como incluir a la rubia más famosa de la Factory en el grupo como vocalista: Nico, Reed y Cale aceptaron a regañadientes y de ahí nació el primer álbum del grupo: “The Velvet Underground and Nico” (1967).

El disco no se limita a sonidos y temas transgresores, como muestra de ello su primer corte “Sunday morning” una bella canción con una delicada melodía y un aire decadente. Pero tras este dulce comienzo ya nos encontramos con la agresiva e incorrecta “I´m waiting for my man”, el ritmo machacón de la guitarra acompaña la espera del yonkie a su camello. “Femme fatale” vuelve a los registros de “Sunday morning” mientras que con “Venus in furs” nos adentramos en un viaje hipnótico muy de la Velvet. Con “All tomorrow´s parties” y “Heroín” llegamos al punto álgido del disco, mientras la primera es un retrato de los personajes de la vanguardia neoyorkina, la segunda es una oda a la sustancia preferida del grupo, la heroína; un retrato acertadísimo de la sensación que provoca la droga en Reed donde este último escribe. “Heroín, be the death of me/Heroín, it´s my wife and it´s my life” realmente brutal.

Un disco con personalidad propia, un álbum grandioso que supone la cima de Reed como compositor junto con su disco ya en solitario de 1972 “Transformer”



8º The Songs of Leonard Cohen (Leonard Cohen). El disco de debut de Leonard Cohen no fue uno de los diez que más transcendieron en este periodo de tiempo que estamos analizando pero en Acabando con la Cultura no podíamos dejar pasar por alto este fenomenal trabajo de uno de nuestros artistas predilectos. Cohen venía del mundo de las letras, se había hecho un nombre en los círculos literarios canadienses gracias a sus libros de poemas y novelas. El florecimiento de cantautores que daban especial predilección a los textos sin necesidad de una buena voz le hizo a Cohen preguntarse ¿por qué no?, así pues el canadiense se convirtió en uno más de los que seguían el camino abierto por Dylan.

El disco en sí es un remanso de paz y melancolía, las canciones en su mayoría solo constan de la guitarra de Cohen y de su voz recitando sus hermosas, profundas y simbólicas letras. El álbum se abre con la ya mítica “Suzanne” donde el maestro dibuja con especial dulzura el deseo que despierta el sexo opuesto. “Master Song” y “Stranger Song” descansan sobre una cadencia tranquila y permanente mientras que “Winter Lady”, “Sister of Mercy” y “Hey, That´s No Way To Say Goodbye” ofrecen un poco más de luz y frescura dentro de unas bellas melodías y muy logrados poemas marca de la casa. El disco se completa con excelentes canciones del mismo tono minimalista entre las que resalta la romántica “One Of Us Cannot Be Wrong”

Por Caarte.

jueves, 9 de febrero de 2012

Analogías Cohen (2ª parte)

4- Closing time. Nocturnidad solitaria. Gajes de su oficio. El apartado 3 ha tratado sobre el amor, y aquí ya vamos directos a la belleza. Las mujeres de Cohen. El canadiense ha tenido claro el papel de las mujeres en su vida, diferenciando entre el interior y exterior. Belleza entrelazada. Descubrimos dos frases:

- “Where's the beef? "de un poder muy visceral y jovial. ¡La escribió con casi 62 años! Dudo entre el poder y el querer pero apuesto por el “poder” por mi condición de fan.

- “and I lift my glass to the Awful Truth which you can't reveal to the Ears of Youth” es el clímax de la canción. Belleza vs vejez.

Podríamos aquí englobar una canción que melódicamente me encanta y por letra encaja: “The Guests”. No podemos descartar "Sisters of Mercy" en este apartado tampoco. No creo que sea tan religiosa como parece. Tampoco sabría dónde colocar "Lady midnight", si en el apartado 1, 3 o aquí en el 4. Mejor en todos. Hasta en alguno de los siguientes tendría cabida.

5- Heart with no companion. Momentos duros, puede que de vacío o de duda. Homenaje a aquellos que se sienten incompletos o que no encajan. Ritmo ranchero que vuelvo a admitir que me encanta. El concierto de San Sebastián de 1988 es brutal (instrumento cuerda). Podría verse también como el talento no ejercido. ¿Tenemos todos algo de talento? Cómo lo sacamos? Si no sale a flote nos sentiremos incompletos, por lo tanto, vacíos. Otra versión más mística sería la pérdida de un ser querido en edad prematura. Cosa que incompleta y completa a la vez. A destacar por la triste simplicidad: “For the prima ballerina / Who cannot dance to anything”

6- Dance me to the end of love. Recuerda a Julio Iglesias. Admito que también “eso” me gusta. Los coros femeninos vuelven a darle todo lo necesario a su voz grave para que parezca cosa de dos. Junto con "I´m your man" expresan un deseo de unión incondicional con dos diferentes vertientes. En la primera hay respuesta.; en la segunda se espera una respuesta positiva y se convierte en un esclavo para ser invitado en la zona fronteriza. Habla de deseo de... Dudo que hable de amor convencional.

7. Who by fire. Toca religión. Sólo mencionaré una frase de la canción: “and who, who shall i say is calling?” y el tema entero de "Lover lover lover" (klezmer)
8- Canciones de cabecera:

"If it will be your will". Canción de cuna. Los coros femeninos de las Webb Sisters son sublimes. Si algún día tengo un bebe escuchará esta canción cada noche y seguro que será más feliz (¡incluso lo recomiendo en la etapa de gestación también! Risas y música en ese periodo = gen optimista.
"Take this waltz" (Federico García Lorca) cuando asisto a bodas y ponen el primer vals me torturo siempre pensando “¿cómo es que no ponen la de Cohen? Un día me casaré sólo para darme el placer de hacerlo!”

Me gustaría añadir mis versiones recomendadas: Nick Cave con "Suzanne" y Teddy Thompson con "The future".

Un saludo para el “Canadien Errant”

Por Tomarasp.

martes, 7 de febrero de 2012

Top Canciones Nacionales 2011 (2ª parte)

Vamos a por el Top 10. Recordad que los titulos son links de Spotify.

10-. Odio París – Cuando nadie pone un disco. La escena indie barcelonesa está en su esplendor. Abren su disco homónimo con este corte donde se aprecía que la sombra de Los Planetas en la música independiente española es muy larga.

9-. bigott – Cannibal Dinner. El zaragozano nos regala este discazo que es "The Orinal Soundtrack", que gran título. Aquí con acento ruso y ese aspecto tan peculiar nos hace mover las caderas. Todo un personaje este bigott. El videoclip es como la canción, te transmite un buen rollo inigualable.


8-. Manel – Benvolgut. Consiguieron ser número uno en ventas en España cantando en catalán, todo un logro. O un indicativo de que en Cataluña se vende más música, o de que apenas se vendén discos... Reminiscencias de Sisa, de "Qualsevol nit pot sortir el sol", ritmos puros pop.

7-. Chinese Christmas Cards – Dreams. Los vimos hace un año en un pequeño concierto en el Teatre Antic y ya se intuía que iban a dar  que hablar. Solo con un mini-LP en el mercado se aseguran presencia en festivales de verano. Dreams es un hit de discoteca indie, pop de influencia sueca.

6-. Eladio y Los Seres Queridos – Miss Europa. Galicia calidade. Uno de los temas mas lentos de "Están ustedes unidos", una maravilla, sencilla pero precisa.
"Estrella tu vida otra noche en las rocas,
nos va a dar igual,
si cuando desfilas parece que flotas.

5-. FERNANDO ALFARO – Extintor De Incendios. Alfaro vuelve al altar de la música donde nunca debió bajarse. Vuelve a estremecernos con letras como ya hacia en Chucho y saca lo que quizás sea su mejor álbum. Cuanto ha dado Fernando Alfaro a la música española, desde Surfin´Bichos hasta la actualidad, que dure. Aqui tenemos una nana incendiaria cantada desde dentro de un ataud que nos lleva al infierno.
"Pero mirad como me agarro a mi cuerpo,
nunca sentía la vida
como ahora que la pierdo"
"Si he de pagar por todo lo que he hecho
traedme sin faltar un extintor de infiernos"


4-.Christina Rosenvinge – Cancion del eco. Nos gusta mucho mas cuando canta en castellano. Cuando nos susurra al oido mitos como este de la ninfa Eco y su amado Narciso, cuando el eco nos envuelve. La más coheniana de sus canciones (véase "Story of Isaac"). Una canción que gusta a abuelas y a bebes por igual. Un single peculiar de más de seis minutos.

3-. Nacho Vegas – La gran broma final. En este blog somos férreos seguidores de Nacho Vegas y nos alegramos que vuelva a recuperarse tras en nuestra opnión su disco mas flojo "El Manifiesto Desastre". En "La Gran Broma Final" recupera el tono de sus canciones mas épicas, esas que parecen que nunca va a acabar, con ese tono irónico derrotista.

2-. Abraham Boba – Cosas que duelen. Si consigues aunar lo mejor de Nacho Vegas en su musicalidad y en su manera de envolver las canciones en bucles interminables y las letras irónicas y meáfóricas de Sr Chinarro, entonces obtienes al Boba de "Los Dias Desierto". En este corte nos enumera una seria de cosas que duelen pero no hacen daño. Una rima impecable, un humor a lo Krahe. Hemos citado a Vegas, Antonio Luque y Krahe... para que mas. Simplemente perfecto.


1-. Vetusta Morla – Los días raros. "Mapas" es un disco complejo, no tan directo como "Un Dia en el Mundo", necesito mas escuchas, tiene mas matices. Y "Los Dias Raros" es el mejor ejemplo. Incluso los componentes del grupo parecen asombrados de la acogida que ha tenido este tema. Ha ido creciendo, madurando y metiéndose en la cabeza de muchos de nosotros. Para mi es sin duda la mejor canción de los madrileños, y una de las mejores de los últimos años en la escena indie patria. En Razzmatazz cuando aun no se habia publicado el disco y no había escuchado ninguna canción del mismo salieron al escenario y abrieron con "Los Dias Raros", la sensación fue unánime, ya merece la pena haber pagado la entrada. Un "in crescendo" desde el susurro inicial al despliegue a lo Wilco final, una atmósfera envolvente, rica en detalles pero fina y sencilla en la ejecución. Una pieza maestra de seis minutos y medio que acaba con un vendaval de voz de Pucho que te hace estremecer. Señores... dadle al play y cerrad los ojos, Vetusta Morla han vuelto.

"nos desnudaremos en la intimidad con la punta del zapato".


por Ardemo.

viernes, 3 de febrero de 2012

Analogías Cohen (1ª parte)

Con el permiso del blog me dispongo a escribir el cuarto artículo sobre Leonard Cohen.

Empecé tarde a conocer su discografía y confieso ser un novato ya casi devoto.

No hay artista que haya provocado tanta unanimidad en muchos de mis dormidos sentidos artísticos y eso que no he profundizado todavía en más de 20 canciones suyas.

El objetivo de este texto es hacer una analogía entre algunos de nuestros ciclos vitales comunes y distintas canciones de su obra.

Como ya dijo Caarte, la interpretación de su lírica y de muchas otras de otros artistas es subjetiva. Cada uno percibe la canción como desea y promuevo que puede haber muchas visiones ante una misma letra. Y en la música es preferible no debatir esas sensaciones (máxime compartir), sin embargo no sucede lo mismo con el Séptimo Arte o la Literatura.

Empecemos:

1- Suzanne: de las mejores historias narrativas que he leído nunca. Interesante interpretación, inmaculada recitación y melodía perfecta. La canción sin fisuras. Me gusta pensar que mientras vamos avanzando por el camino de esto que llamamos “vida” vamos encontrando a algunos seres que nos fascinan y que tampoco podemos “poseer” por tener distintas coordenadas de espacio/tiempo (nómada vs sedentario). Platónicamente la imagen permanecerá siempre así de pura. Y esa es la mejor recompensa cuando miramos hacia atrás. Sin erosión no hay desgaste. Esa es una de sus tristezas aceptadas. La mención religiosa de Jesús es todo un misterio pero cada uno allá con su percepción. Yo tengo la mía muy clara y guardada. Keep the secret.

2- The partisan. Mi favorita. Evidentemente el himno de la resistencia francesa no es suya. A día de hoy, los nazis serían metafóricamente el capitalismo, instalado en esta sociedad donde el estado es una marioneta de las grandes multinacionales bursátiles. Ahora los “buenos” somos superiores en cantidad (¿zombis?) pero inferiores en armas contra estos dos estamentos (empresa/estado). ¿Resistiremos de alguna forma buscando algún recoveco bajo un coto privado (poder vs alma)?.

Lo único de francés que conozco es gracias a las sencillas estrofas de esta canción, por su simplicidad al contar tal atrocidad de principios de los años 40. En negrita, lo más significativo, y cuando es cantado por los coros femeninos que acompañan en las últimas décadas a Cohen, alcanza un sabor celestial de lucha. ¿Somos partisanos?

Les allemands etaient chez moi,
Ils me dirent, signe toi,
Mais je nai pas peur;
Jai repris mon arme.
Jai change cent fois de nom,
Jai perdu femme et enfants
Mais jai tant damis;
Jai la france entie`re.

Me recuerda también a la escena de de aquella serie de televisión sobre Kunta Kinte cuando lo torturaron para que se autonombrase "Toby” y no cedió.

“The future” podría ser añadida en este apartado pero sin ya esperanza alguna de victoria individual y mucho menos corporativa (jai la France entière), porque el mal no está claramente disfrazado como estaba el fascismo ocupando casi toda Europa para crear el Reich definitivo. Es mucho más vasto e incluso invisible. A destacar: “I was the little Jew who wrote the Bible”.

3- So long Marianne // Hey, that´s no way to say goodbye. ¿Cuándo se termina una relación duradera? La dificultad reside en que las dos partes estén balanceadas, siendo o no siendo así, sigue siendo traumático por lo que podría haber sido y por lo que ha acabado siendo. Cohen puede ver la finalización como la iniciación. Nacer y morir es lo mismo. A destacar: “I never said I was brave” “I forget to pray for the angels”

Las dos canciones son primas hermanas lejanas. En la primera, parece que ha habido más fondo; en la segunda, más forma. Todas con gran respeto hacia con quien has compartido tráfico y alcoba. "Tonight will be fine" es cronológicamente muy posterior a la ruptura, el reencuentro sin reproches.

Y el residuo final, o la moraleja, es ser parte de alguien. Haber sido parte de alguien. La suma de esas partes es una de tus herencias seguras.Y "The Gipsy ´s wife" refleja este argumento citando frases como:

“And there is no man or woman who can be touched,
but you who come between them, you will surely be judged.
So where, where is my gypsy wife tonight?“

La canción opuesta sería “There is a war” donde se distingue que nadie se percató de terminar a tiempo. Musicalmente country. Todavía hay algunos que admiten que les puede gustar el country. Yo soy uno de ellos.

Por  Tomarasp. (Colaboración)

miércoles, 1 de febrero de 2012

Nacho Vegas y amigos

Palau de la Música. 27 de enero de 2012.


     Lo advirtió el propio Nacho al dirigirse al público por primera vez: “van a ir subiendo unos amigos, a tocar canciones de amor y resistencia”. Y en eso consistió el concierto, en la combinación de la temática estrella del asturiano, el desamor, con la nueva tendencia del nuevo Nacho Vegas, el más implicado políticamente, como demuestran algunas de las canciones de su último EP, “Cómo Hacer Crac”.

     Apareció en el Palau de la Música de riguroso negro, quizá como muestra de duelo por los clásicos de su repertorio que no sonaron en directo y que muchos echaron de menos. Debo decir que algo de miedo sí me daba presenciar un concierto reivindicativo en el que sonaran canciones tan flojas como “Dos Bandos”, pero en mi opinión creo que el asturiano acertó al tirar de versiones (embellecidas más si cabe por sus “amigos”) a la hora de enfrentarse a este tipo de temas de claro corte político.

     Después de abrir el concierto con “Cuando te canses de mí” y “La Gran Broma Final”, dos de sus mejores temas pertenecientes a “La zona sucia” (con pequeño percance incluido al descolgarse la guitarra en medio de la actuación, solventado rápidamente por un ayudante mientras seguía cantando) sorprendió con “La Fiesta”, la primera de “Cómo hacer Crac” que interpretó. A continuación invitó a Raúl Fernández de Refree al escenario con quien, mano a mano, entregaron “Los dos gallos”, de Chicho Sánchez-Ferlosio, que sonó emocionante y eléctrica a la vez.

     Antes de invitar a Fernando Alfaro (no habría estado mal que el de Albacete se marcara algún tema de su último trabajo, “La Vida es Extraña y Rara”), Nacho interpretó “Marquesita”, también de “Cómo hacer crac”, una de sus joyas intimistas totalmente alejada de cualquier sabor político. Ya con Fernando en el escenario sonó “En el pozo de María Luisa”, un tema perfectamente enmarcable en el proyecto Lucas XV que tiene Nacho con Xel Pereda, ya que se trata de una canción popular asturiana, un himno de los mineros.

     Salió Alfaro del escenario y llegó el turno de la canción que da título al EP, “Cómo hacer crac”, antes de que sonara una de las perlas de la noche que Nacho ha incorporado últimamente en su repertorio en directo: “Hablando de Marlén” (de “Esto no es un salida”, qué joya de EP, por cierto). Aquí el asturiano dio una clase magistral de interpretación arropado por sus músicos que estuvieron perfectos a la hora de llevar el ritmo que la historia de Marlén requiere, hasta el trágico final.

     A continuación se encadenaron tres temas con Mar y Alicia Álvarez, de Pauline en la Playa; la versión en bable de “El partisano”, del maestro Leonard Cohen (que a mi juicio, aunque sonó muy bien, fue demasiado festiva para lo que la historia describe), y “perplejidad” y “taberneros”, de “la zona sucia”, otros dos temazos que ganan con los coros de las chicas de Pauline, “que para eso están” ( Nacho dixit )

     Le tocó el turno de subir al escenario al “último amigo” de Vegas; Roberto Herreros, y se atrevieron con el clásico “This land is your land”, de Woody Guthrie, aquí adaptada al castellano. A lo largo de la canción se fueron incorporando todos los participantes para acabar a lo “Mocedades” (otra vez, Nacho dixit ) y dar por terminado el concierto.

     -“¿ya está?”, “¿apenas 12 canciones y ya se quieren ir?”, estos fueron los primeros comentarios que se oyeron a mi alrededor (aparte del “estás flipando ¿nooo???” que se me escapó a mí, claro.) Pues sí, la única nota negativa del concierto fue su brevedad. Todos, Nacho, sus músicos, los invitados, desaparecieron, dándonos tiempo a reclamar otra vez su presencia en los consabidos bises.

     Después de los aplausos de rigor, apareció Nacho sólo, y guitarra en mano, nos brindó una de las más sentidas interpretaciones que se hayan visto del asturiano de la que para mí es su mejor canción: “Ocho y medio”, del “Desparezca Aquí”. El viernes no era el día propicio para desperdiciar el bis con la trillada “El hombre que casi conoció a Michi Panero” seguido de la desubicada “El Mercado de Sonora” y adiós, este concierto no era para eso. Tanto es así, que la sorpresa mayúscula de la noche fue, ya con sus músicos, concluir con “La noche más larga del año”, del mismo disco que la anterior, una composición cien por cien Vegas, de un dramatismo extremo, a la cual curiosa e inexplicablemente muchos seguidores no han prestado la necesaria atención. Soberbio broche a un concierto corto en canciones, que nos dejó a todos con ganas de más, aunque amplio en belleza y emoción, de impecable factura.
     Una vez más, Nacho, fuiste breve, te extrañaremos, y hasta que te volvamos a ver, nos dolerá....


por Berto (colaboración).
fotografía: Miriam Robles.