lunes, 30 de mayo de 2011

"Material defectuoso", más poesía salvaje de Robe Iniesta

El gran Robe Iniesta atraviesa una etapa prolífica como artista y ello es algo digno de celebrar a los cuatro vientos. Tras una etapa de largo de retiro donde se dedicó a estudiar, leer y avanzar en el desarrollo de su primera y única novela “El viaje íntimo de la locura” (2009), el líder de Extremoduro que nos deleitó en el 2008 con un genial disco conceptual “La ley innata”, nos regala ahora “Material defectuoso” y nos avanza que tiene casi terminado un nuevo disco que verá la luz en el 2012.

Han pasado 25 años de rock transgresivo, 25 años de patadas en la puerta y descargas de adrenalina sonora, 25 años de salvaje rebeldía y lucha contra el sistema, y aunque, como en todo gran artista que se precie, ha ido evolucionando, en estos 25 años hay un denominador común: sus magníficas letras.

Su público ha ido creciendo en número y en diversidad, a los acólitos seguidores de su primera década, dados a todo tipo de excesos, les metió por vena exceso de poesía, algo a lo que no estaban acostumbrados. Poesía dura y macarra a la vez que tierna y seductora, ya de esa primera época son versos como los que se pueden encontrar en “Tu corazón” (1991)

Tu por hacer, yo por quedarme tan parado
y los dos juntos por tener
nuestra cabeza en otro lado.
Tu por hablar, yo por callarme demasiado,
tu por robarme esa canción
que te había regalado.

25 años de éxitos transgresores, de singles del boca a boca, Robe Iniesta es un ejemplo de que el talento siempre acaba saliendo a relucir y no hay vallas, en forma de industria discográfica y política puritana, que puedan impedir que las obras de excelente calidad acaben llegando al público.

En la carrera hasta ahora de Extremoduro se pueden diferenciar claramente 2 épocas: una primera que engloba sus 5 primeros discos de estudio “Rock transgresivo”, “Somos unos animales”, “Deltoya”, “Donde están mis amigos” y “Pedrá”, en estos trabajos se ganó el corazón de toda la clase mas golfa y rockera del país con versos como los de “Sol de invierno”:

Por el día ando siempre despistado
por la noche en sus brazos se me olvida,
por el día voy ciego de lado a lado
por la noche casi todas de movida
por el día hoy me siento acorralado
por la noche en sus brazos se me olvida
por el día perdona haberte asustado
por la noche todas todas de movida.

O como en “Blibribliblibli”:

Me acuerdo de ti, me cago en tus muertos,
no puedo dormir, me sueño que has vuelto.
Sueño con tu piel, me siento mejor
ya no tengo sed, ya puedo bailar de flor en flor,
me vuelvo a perder entre el edredón
me vuelvo a quedar sin sol, sin sol, sin sol.

La obra poética de Iniesta siempre ha tenido elementos recurrentes de carácter bucólico como el viento y las flores, otros obscenos como las ordinarieces sexuales, otros celestiales como la luna, la noche o el sol y otros más románticos los besos y las caricias. Y todo ello ha conformado una ingente cantidad de páginas de altísima calidad literaria.

Su segunda época es aquella en la cual su público se amplía en cantidad y calidad debido a una ligera suavización de su sonido, que como siempre sucede viene acompañada de una crítica (aunque esta vez no feroz) de sus primeros y más duros fans. A mi parecer esta es su etapa mejor, las letras siguen siendo insuperables, pero a ello hay que añadirle unos arreglos y una producción más elaborada y de calidad superior. “Agila”, “Canciones prohibidas”, “Yo, minoría absoluta”, “La ley innata” y ahora “Material defectuoso”, 5 discos que están en lo más alto del rock & roll patrio.

Tú harta de tanta duda,
yo de preguntarle al viento,
tu, que donde conocí a la luna
yo, que en qué coños ocupo el tiempo.

Canciones que han marcado a varias generaciones de jóvenes ansiosos de los versos más furiosos y decadentes: “Buscando una luna”, “Salir”, “Autorretrato”, “La vereda de la puerta de atrás”, “Cerca del suelo”, la colección de himnos es extensísima, medios tiempos o agresivos temas marca personal de la casa, y una acertadísima querencia por los cortes largos con extensos desarrollos y cambios melódicos y de ritmo.

Se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas,
se paró el agujero, ahora somos flotando dos gotas,
agarrado a la cola del viento me siento mejor,
me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor.

A sus casi 50 años, con muchas heridas de guerra y una actitud más reflexiva y taimada, Robe Iniesta nos atrapa una vez más con un disco excelente, 6 canciones de larga duración donde da rienda suelta a todos los versos que le salen a borbotones cuando las musas le acompañan, y parece que últimamente anda bastante acompañado.

Van tan deprisa nuestras almas que se arrollan,
que se encuentran cuando nuestros cuerpos follan y follan,
son , nuestras almas, son dos versos que se rozan,
nuestros cuerpos como dos cerdos que hozan y hozan.

Por Caarte.

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