martes, 6 de marzo de 2012

Historia del pop/rock: 1970-74 a través de 10 discos (1ª parte)

El lustro que nos ocupa ahora: 1970-74 es una época donde el denominador común es el delirio de grandeza, todo tiende al gigantismo y a la obra inmensa. La música se hace adulta y trascendente y cuanto más grande sea la obra mejor. Así pues explota el rock progresivo siendo sus grupos más influyentes Yes, King Crimson, Jethro Tull, Soft Machine, Can, Emerson, Lake & Palmer o Génesis. Por otro lado el country rock también sigue con su progresión y no escapa de las ansias de gigantismo, buenísimos músicos conforman un panorama dorado para el género, ¿sus principales representantes? por un lado la canción de autor de Crosby, Still, Nash and Young y por otro lado las bandas con numerosos componentes que nos ofrecen espectaculares desarrollos de country, blues y rock: Creedence Clearwater Revival, The Allman Brothers Band o Lynyrd Skynyrd. También nace y se desarrolla el rock duro con su vertiente más heavy, ellos también aspiran a lo máximo y crean álbumes mastodónticos, estamos hablando de Led Zeppelin, Deep Purple, Black Sabbath o Queen. Pero este lustro es también época de grandes mitos, artistas que pasarían a la historia por su genialidad y por dominar todos los 70, músicos y cantantes que gozarían de sus años más gloriosos en este período: David Bowie, Elton John, Roxy Music, Pink Floyd, Bee Gees, The Rolling Stones, Rod Stewart o Simon and Garfunkel

10º Sheer Heart Attack (Queen): en su tercer álbum Queen, tras una constante progresión por fin llegaron al estrellato, un lugar que nunca abandonarían desde entonces. A mediados de los 70 Queen era un grupo de rock duro con influencias del rock progresivo tan en boga a principios de década y en este “Sheer Heart Attack” definían a la perfección su sonido: una línea rítmica contundente, las guitarras de Brian May haciendo diabluras, las armonías vocales con su característico tono operístico y la impetuosa y magistral voz de Mercury.

El disco comienza de manera apabullante con “Brighton rock”, una magnífica pieza con pasajes instrumentales donde la guitarra de May se multiplica, acelera y crea espectaculares efectos, mientras Mercury pasa del falsete a la contundencia con su chorro de voz tan particular. No nos hemos sobrepuesto aún del arrollador inicio y ya nos encontramos con una de las canciones míticas del grupo. “Killer queen”, aquí encontramos al Queen más melódico y operístico, una auténtica joya firmada por Mercury.

A mitad del disco nos encontramos “Now I´m here” uno de las cumbres de Brian May, con su contundente guitarra nos dejaba claro que él estaba allí y no se pensaba ir. Algo después aparece “Stone cold crazy” un auténtico tema de trash metal (con estilo Queen) como así demuestra la manifiesta devoción que siempre ha mostrado Metallica por el susodicho corte.

El disco se cierra con la repetitiva guitarra acústica de “She makes me (Stormtrooper in stilettoes)” y con la magnífica “In the lap of the Gods” , un glorioso broche final, un tema que nos muestra al mejor Mercury sentado al piano, una canción que desde el principio al final desprende olor a despedida, a cierre de disco o de concierto, como se quiera.

Queen y su “Sheer Heart Attack”, un asombroso trabajo y un adelanto de lo que nos esperaba.


9º Transformer (Lou Reed): tras un primer disco en solitario que pasó sin pena ni gloria, el ex líder de The Velvet Underground demostraba que él solito era también capaz de lo mejor y que tenía ante sí un futuro más que prometedor, desde entonces ha sido uno de los artistas de culto más venerados por generaciones posteriores. Este “Transformer” (1972) es un disco de rock con toques de glam y aires cabareteros producido por David Bowie donde Reed se atreve con los tabúes de la sociedad americana de la época, ya sabemos Lou nunca ha tenido pelos en la lengua y siempre se ha caracterizado por su postura transgresora.

El primer corte es la rockera “Vicious”, uno de los platos fuertes del disco, una manera inmejorable de abrir el álbum, guitarras y actitud descarada. Del mismo corte es “Hangin`round” o “I`m so free”, rock primitivo, el fraseo más golfo en boca de Reed y una cortante guitarra, no hace falta más.

El lado más dulzón del trabajo lo descubrimos en “Satellite of love” de bellísima factura y en “Perfect day” posiblemente la mejor canción jamás escrita por Reed.

El álbum aún contiene otra pieza de extraordinaria valía, una canción de otro mundo, algo que no se parece a nada, un retrato de los personajes más variopintos y decadentes del mundo Reed, estamos hablando de la composición más conocida de toda la obra del neoyorquino: “Walk on the wild side”, un tema que por sí solo ya vale la mención del disco.


8º Selling England By The Pound (Genesis): el lustro que nos ocupa en este artículo coincide con la época dorada de este grupo inglés, período donde coinciden en la formación dos grandes talentos: Peter Gabriel (líder de la banda) y Phil Collins, que se incorporó en el 70 y fue ganando protagonismo hasta convertirse en el líder una vez que Gabriel abandonó el grupo en el 75.

Con “Selling England By The Pound” (1973) alcanzaron la cima de su carrera, todo lo apuntado anteriormente en discos como “Foxtrot”, “Nursery Crime” o “Trespass” alcanzaba ahora la madurez y plenitud deseadas. Es el disco más redondo de todos, con más calidad tema por tema y aunque es rock progresivo no tienes la sensación de escuchar extensiones musicales innecesarias ni caer en un exceso de megalomanía como sucedió en su disco posterior “The Lamb Lies Down On Broadway”, un álbum doble que se iba a la hora y media de duración y donde el nivel se reduce comparada al disco que nos ocupa, siendo aquel un disco que también ha gozado siempre de una crítica muy favorable.

El disco se caracteriza por sus letras futuristas e irreales combinadas con multitud de pasajes instrumentales donde la técnica de los músicos es asombrosa, así como la combinación de todos ellos sonando juntos. Los cambios de ritmos y de secuencias melódicas son constantes como marcan los cánones del rock progresivo, así como la épica y ambición, en el disco nos encontramos cuatro cortes que superan los diez minutos o se quedan cerca, sin duda lo mejor del álbum, aunque si tenemos que elegir un tema nos quedamos con “Firth of fifth” con su introducción a cargo del piano y su largo desarrollo posterior.

Por Caarte.

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