jueves, 15 de marzo de 2012

Historia del pop/rock: 1970-74 a través de 10 discos (3ª parte)

Terminamos el repaso a este lustro glorioso en que la música tomó conciencia de su grandeza y donde no existíeron los límites a las pretensiones de los músicos.

3º The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spiders from Mars (David Bowie). Con sus tres discos anteriores “Space Oddity” (1969), “The Man Who Sold The World” (1970) y “Hunky Dory” (1971) David Bowie había conseguido hacerse un nombre y gozar de cierto éxito en el pop rock británico, en estos discos había tocado el pop, el rock, el folk y el glam, regalándonos canciones que pasarían a la posteridad: “Space Oddity”, “The width of a circle”, “The man who sold the world”, “Changes”, “Life on Mars?”, “Kooks” o “The Bewlay brothers”. Pero fue con este su quinto disco de estudio y con la creación de su alter ego “Ziggy Stardust” (una estrella de rock venida de Marte) donde Bowie alcanzaría el estrellato mundial y pondría la primera piedra de lo que sería su dominio musical de toda la década de los 70, período de tiempo que sería de una prodigiosa creatividad y un continuo cambio de estilo.

La portada del disco nos muestra a un David Bowie en una fotografía tomada en Heddon Street en Londres con una guitarra eléctrica a cuestas y coloreada a modo de comic que dotó a la portada de una fama y particularidad muy notable.

El álbum es uno de los referentes del glam rock tan en boga a mediados en los 70 pero dejándonos de excesivas etiquetaciones podemos decir que el trabajo es una genialidad de rock puro y fresco, nada se atisba de la megalomanía que reinaba en aquella época, es un disco de fácil escucha algo en clara contraposición con muchos de los trabajos del momento, este disco es rock directo, contundente, rock donde las guitarras marcan el paso y donde los riffs de Mick Ronson y un piano presente en muchos cortes dotan los temas de una personalidad propia. El disco sí tiene en común con otros de su época que se trata de un álbum conceptual donde se va narrando la historia de Ziggy Stardust en la Tierra y su intento de salvarla de la destrucción total.

Todos los temas tienen su magia y su punto de referentes de una época y un sonido, pero a modo de guía y con el propósito de facilitar el descubrimiento del disco a aquellos que tienen la mala suerte de no haber gozado de él vamos a resaltar aquellos cortes que consideramos indispensables en cualquier discoteca que se precie, los mejores de este álbum de 11 canciones.

“Five years” es un magnífico comienzo para este disco aunque no es impetuosa como se podría esperar, una guitarra acústica acompañada de unas soberbias cuerdas y un paso marcado de manera solemne por la batería conforman el paisaje idílico para que Bowie se desgañite. Ziggy anuncia a los habitantes de la Tierra que los recursos naturales se acabaran en 5 años.

“Starman” fue el primer single del álbum, y quizás la mejor canción del disco, un medio tiempo genial una vez más coloreado de cuerdas y guitarra acústica y eléctrica, Ziggy se erige como salvador del planeta.

“Lady Stardust” es la balada del disco, el piano es el protagonista del tema, Bowie sacaba a relucir su lado más sensual no sólo con la voz sino que hacía que Ziggy mostrara su ambigüedad sexual ya que se transformaba en un travesti.

“Ziggy Stardust” es rock & roll puro con el riff de Ronson dando comienzo al tema, una guitarra marca de la casa y que describen el sonido de Bowie de esos años mejor que nada. Es una de las canciones más famosas de Bowie sin lugar a dudas y junto con “Suffragette city” que le sigue narran el desenfreno de Ziggy y su espiral de drogas y sexo.

“Rock`n Roll suicide” cierra el disco, tras la apoteosis caótica del rock and roll de los temas anteriores aquí Bowie dibuja un tema in crescendo que muestra el declive final de las estrellas del rock que eran Ziggy Stardust y su banda The Spiders from Mars.


2º Sticky Fingers (The Rolling Stones). Este es el tercer disco de la tan aclamada época gloriosa de los Stones que engloba “Beggars Banquet” (1968), “Let It Bleed” (1969, “Sticky Fingers” (1971) y “Exile On Main Street” (1972). El tiempo ha dictado que la cima del grupo se produce con “Exile…” pero nosotros elegimos el “Sticky Fingers” por ser un disco mucho más conciso y apabullante que el otro. Mientras “Exile…” es un doble álbum mastodóntico con numerosos estilos musicales y muchas canciones descartes de anteriores discos “Sticky Fingers” es excelente desde el primer al último tema, diez canciones de puro rocanrol, blues y toques country .

Estamos en la etapa de mayor desenfreno de la banda, los escándalos, el sexo, las juergas y las drogas eran el día a día del grupo, sobre todo de Keith Richards que pasaba por su mayor momento de adicción a la heroína, algo que sorprendentemente no influyó en la música del grupo que, todo sea dicho, se apoyaba en el liderazgo de Jagger, la sensatez de Watts y en el apoyo que aportó a Richards la guitarra de Mick Taylor, sustituto del fallecido Brian Jones. Cabe señalar que en el disco aparece por primera vez el famoso logotipo de la lengua obra de John Pasche y también que la provocativa portada fue un diseño de Andy Warhol: unos tejanos ceñidos marcando paquete que en su formato original contenía una cremallera real que podía bajarse y subirse.

El disco se puede considerar el más salvaje de los Rolling Stones tanto por sonido como por temática, los textos son bastante oscuros y llenos de referencias al sexo y al abuso de las drogas.

El lp se abre con la exitosa y frenética “Brown sugar”, uno de los riffs más conocidos de Richards concede identidad a un rock marca de la casa, una acertadísima manera de abrir un disco de los Stones. A esta le sigue “Sway” donde las guitarras ganan en poderío y suenan apabullantes junto con los coros del estribillo que son gloriosos.

A la tercera llegamos a “Wild horses” posiblemente la mejor balada en la carrera del grupo británico, una auténtica joya acústica con la heroína presente de manera implícita.

En “Can´t you hear me knocking” la guitarra de Taylor muestra la gran destreza de este, los coros en el estribillo al igual que en “Sway” resultan particularísimos dejando la segunda parte del tema, el más largo del lp (más de 7 munutos), para un desarrollo instrumental magnífico con solos de guitarras y se saxofón a cargo de Bobby Keys.

La faceta country del disco corre a cuenta de “Dead flowers”, un excelente medio tiempo mientras que “Bitch” como no podía ser de otra manera con ese título recupera la cara más rockera del quinteto con una presencia brutal de las guitarras.

“Sister morphine” es sin lugar a dudas uno de los mejores temas del disco y una de mis canciones favoritas de los Rolling Stones, su letra tan explícita provocó mucho revuelo y les acarreó más de un problema, de hecho en España no pasó la censura y tuvo que ser sustituida por otro tema: “Let it rock”. La canción comienza con un Jagger seductor que arrastra su canto a través de una lenta y suave guitarra acústica, la guitarra eléctrica se incorpora al juego y empieza a frasear con el estilo marca de la casa, la batería se incorpora de manera genial dando comienzo a una nueva canción que no para de crecer.



1º Quadrophenia (The Who). Nos encontramos ante la cumbre como compositor de Pete Townshend bajo mi punto de vista, incluso por encima de su otra ópera rock “Tommy” (1969) y de su disco predecesor “Who`s Next” (1971)con sus míticas “Baba O`Riley” o “Won´t get fooled again”).

“Quadrophenia” (1973) es un álbum doble y la segunda ópera rock de The Who que narra la historia de Jimmy, un joven adolescente mod con problemas psicológicos, de hecho desarrolla un cuadro de múltiples personalidades, en concreto cuatro (un guiño a los componentes de la banda), el cual trata de encontrar su verdadero yo entre estas cuatro vertientes: una violenta y agresiva que se identifica con Roger Daltrey, cantante de la banda y que es expuesta en “Helpless dancer”, el bajista John Entwistle es representado en la segunda personalidad, romántica y tierna “Doctor Jimmy”, el lado más loco y desenfrenado le corresponde al glorioso batería Keith Moon “Bell boy” (que en este disco habla literalmente con la batería), por último en “Love reign o`er me” se muestra la faceta más inquieta y existencialista de Jimmy, en este caso Pete Townshend es el miembro de la banda que anda detrás. Durante todo el disco estas cuatro personalidades van aflorando a lo largo de la historia siendo representadas con leitmotivs musicales al más puro estilo de las óperas wagnerianas.

Jimmy vive por y para su mundo, es decir, vestir como un mod, pelearse con los rockers, ligar con chicas y atiborrarse de pastillas hasta que llega un momento en que se da cuenta del vacío de su existencia y de la caída de sus mitos, algo que junto con su insatisfacción laboral y social más la tormentuosa relación con sus padres le hace pensar incluso en el suicidio. Finalmente logra encontrar la salvación al hallar su propio yo en el tema “Love reign o`er me”.

Musicalmente “Quadrophenia” es de una riqueza absoluta, a los instrumentos básicos del cuarteto (guitarra, bajo y batería) se unen los muy presentes sintetizadores, que ya venían de “Who`s Next” así como secciones de cuerdas y de metales, configurando un sonido grandioso y expansivo a la vez que profundo y emocional.

En el disco podemos gozar de piezas instrumentales soberbias como “Quadrophenia” o “The rock” que son una clara muestra de lo que nos podemos encontrar en el álbum doble y que resume la genialidad de Townshend como compositor, así como hits mayúsculos como “Dirty jobs”, “The real me”, “The punk and the godfather”, “5:15” o “Doctor Jimmy”.

En 1978 se nació su versión en cine y la película se considera desde entonces de culto siendo admirada de manera fanática por el colectivo mod.

Un álbum complejo musical y conceptualmente hablando que merece un sitio en el Olimpo de la música rock, una auténtica obra maestra.

Por Caarte.

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