
Antes de que acabara el año 1973 Elton John tuvo tiempo para
sacar a la luz “Goodbye Yellow Brick Road”, lo que para la mayoría es su gran
obra maestra, no sólo en cuanto a éxito comercial, otra vez nº1 a ambos lados
del Atlántico, sino también a calidad musical. Estamos ante un álbum doble que
toca todos los palos y convierte a Elton John en una superestrella mundial y
abanderado del glam rock. El número de canciones five starts es asombroso, por un lado tenemos las típicas baladas
de Elton, su gran especialidad y donde no encontraba quien se le acercara, ahí
tenemos “Harmony”, “Sweet painted lady”, “The ballad of Danny Bailey” y sobre
todo “Goodbye yellow brick road” que da nombre al álbum y la exitosa “Candle in
the wind” dedicada a Marilyn Monroe, que tuvo una secuela muchos años más tarde
cuando murió Lady Di, gran amiga de Elton John y que con la letra cambiada para la
ocasió se convirtió en el single más vendido de la historia; tenemos
medios tiempos como “Bennie and the Jets” y rock desenfrenado a cargo de
“Saturday night`s alright (for fighting)”. Pero aparte de todo esto también
tenemos y como apertura del álbum doble “Funeral for a friend/Love lies
bleeding” una pieza maestra por sí sola y para mí su mejor composición en toda
su discografía. Aquí las influencias del, por entonces tan en boga, rock
progresivo son evidentes, la duración se alarga hasta los 11 minutos,
conteniendo una primera parte instrumental que da paso a un rock desenfrenado.
Una canción que podría haber firmado perfectamente Queen en su mejor época. Una
delicia que demuestra que Sir Elton John sabía hacer muchas más cosas que sus
fabulosas baladas. Un must para todos los oídos.
Suma y sigue, a mediados de 1974 el binomio John/Taupin da a
luz “Caribou” que por tercera vez consecutiva logra coparse a lo más alto de
las listas tanto en Reino Unido como en EEUU, aunque en esta ocasión podemos
admitir que el nivel había bajado algo. El nivel general del disco no llegaba a
la altura de otros como “Elton John” o
sobre todo “Goodbye Yellow Brick Road”, eso sí, junto a canciones un poco flojas
encontramos otros temazos, algunos de ellos ya clásicos. El disco se abre con
un agresivo y corajudo rock, “The bitch is back” y entre el resto de los 14
cortes del álbum nos encontramos la frenética “Pinball wizard”, incluida
también en la mítica ópera rock “Tommy” de The Who, así como las excepcionales
baladas, una vez más, “Ticking” y “Don´t let the sun go down on me”.
En plena apoteosis de éxito y creatividad y a mediados de
1975 llega a las tiendas otra de sus obras maestras, “Captain Fantastic And The
Brown Dirt Cowboy”, otro disco conceptual, esta vez autobiográfico. Aparte de
las magníficas canciones que contiene el álbum se caracteriza por el elegante
pop rock del que hace gala y por la voz de Elton John, nunca había cantado tan
bien y el trabajo en el estudio con las voces es asombroso. El largo se abre
con un tema de mismo nombre, un fantástico medio tiempo que es seguido por una
de las joyas del disco, la hermosa “Tower of Babel”, pero es que a esta le
sigue otra temazo más, “Bitter fingers” que comienza en plan balada sentimental
pero se convierte en un acelerado e inspiradísimo rock. El quinto corte del
álbum es posiblemente la mejor canción del disco, aunque esto va por gustos,
volvemos al John más típico, al de la desgarradora balada, en esta ocasión
Elton hace referencia a la noche en que un antiguo compañero de banda le hizo
ver que no debía seguir adelante con la farsa de matrimonio heterosexual en que
iba a incurrir, la canción es “Someone saved my life tonight”, belleza máxima. Canciones
como “Curtains”, “We all fall in love sometimes”, “Philadelphia freedom”,
“Writing o “Better of dead” coronan a este disco en lo más alto junto con
“Goodbye Yellow Brick”, incluso hay espacio para una versión del “Lucy in the
sky with diamonds” de su amigo John Lennon.
Con un Elton John cada vez más fuera de sí y excéntrico,
salía al escenario disfrazado de Mozart o Estatua de la Libertad, y sólo cinco
meses después de la publicación de “Captain Fantastic…” llegamos al último
disco de su época gloriosa, se trata de “Rock Of The Westies”. Con nueva banda
detrás, el sonido se endurece en varios temas mientras que en otros se empieza a
acercar a la música disco que en pocos años acapararía el panorama musical. Por
supuesto que sigue habiendo lugar para sus tiernas baladas como “I feel like a
bullet (In the gun of Robert Ford)”. Las canciones más destacadas es el medley
inicial “Yell help/Wednesday night/Ugly”, la marchosa “Island girl” o el
exitoso dueto junto a Kiki Dee “Don´t go breaking my heart” donde encontramos
una vez más al John mas juguetón y pegadizo.
Con ese “Rock Of The Westies” se cierra esa etapa dorada en
la carrera de este joven británico que se convirtió en el rey Midas de la
música pop mundial con sus elegantes baladas y sus frenéticos rocks. Durante
esos cinclo gloriosos años todo lo que tocaba se convertía en oro y dejaría el
listón demasiado alto. Su carrera desde entonces pasó por distintos altibajos.
Justo un año después de “Rock Of The Westies” aún encontramos un último
coletazo de su etapa dorada en el doble “Blue Moves”, disco donde por ejemplo
está “Sorry seems to be the hardest Word” y que llegó al nº3 tanto en UK como
en USA. De cualquier manera se acababa el periodo de trabajo a ritmo
aceleradísimo y de números 1 en sucesión. A partir de entonces el sueño se
convirtió en pesadilla y la música bajó de nivel a la vez que el consumo de drogas y
alcohol llegó a tales cotas que resulta milagroso que Elton siga vivo, no sólo
por los desmedidos excesos en los que cayó sino porque incluso él trató de
suicidarse. Su carrera desde entonces ha tenido momentos álgidos que no es
ahora el momento de analizar y por suerte John logró recuperarse de sus
adicciones. Nosotros nos quedamos con esos cinco años en los que tocó el cielo
con las manos gracias a una excelente música que hoy en día aún es capaz de
conmovernos.
Por Caarte. (Adjuntamos playlist de spotify Elton John Universe)